El tema de los asensos militares, siempre ha sido un asunto espinoso para los gobiernos, hayan sido de la  cuarta o de esta quinta República.

La poca información que se ha generado en torno a este hecho y a las razones que llevaría a que asciendan unos en vez de  otros, forma parte de esa suerte de hueco negro que es la FANB para la población civil. Lo cierto, es que los ascensos que se anunciaron han traído más especulación y sospecha que alegría,  considerando además  que a los beneficiados, se les hizo firmar un acta de lealtad.

María Isabel Párraga conversó sobre este tema con la periodista Sebastiana Barráez para el programa “Marca País”. “Creo que ha sido un error del Ministro de la Defensa, porque hace suponer que los efectivos no se sienten  leales al Presidente. Lo que dice la Constitución es que la Fuerza Armada Nacional  debe ser leal a la Constitución, al pueblo y al comandante en jefe. Entonces no tiene sentido firmar un acta de lealtad”.

Al ser consultada sobre si los recientes aumentos salariales para los militares no tendría que ver con parte de ese compromiso de lealtad, señaló que, “aún no hemos visto el primer boucher de ese pago de aumento salarial, al menos hasta hace unos días. No dudo que el Gobierno pudiera pensar en manejar por la vía del salario el descontento que existe, tratar de minimizar la enorme insatisfacción que hay dentro de la institución armada. Pero igual no sirve de mucho porque con  la hiperinflación que hay en el país, no hay sueldo que pueda aguantar”.

Comentó que el sector militar no escapa y no es ajeno a los padecimientos de la gente común. Igual van al supermercado, pagan colegio, no  consiguen medicinas, tienen los carros parados por la falta de repuestos, y sufren entre otros, la falta de luz y agua. Señaló: “con todo y  los aumentos, en marzo se detectó una rebelión de comandantes  donde, por cierto, había gente muy fiel a la revolución y al presidente Chávez como el comandante del batallón Ayala; y en mayo reventó otra. Ocurre que el problema de fondo no está siendo resuelto. El problema no es aumentarles los sueldos porque  lo que sucede en la sociedad civil impacta igualmente al mundo militar”.

Resaltó que no causa sorpresa que los ascendidos lleguen a 17 mil, “aunque  en la Constitución aparecen 4 componentes, tenemos un quinto que es la milicia. No es muy elevado ese número. Resulta que en el último año  hemos tenido la cifra más alta de solicitud de bajas y de desertores. Así que los ascendidos deben cubrir las plazas vacías“.

Por otra parte, mostró preocupación por los operativos que la Fuerza Armada mantiene en la frontera contra los paramilitares, aun cuando celebró que se estuvieran realizando. “Tengo el temor que la Fuerza Armada, con los operativos que tiene en la frontera contra los paramilitares, esté abriendo a su vez, las puertas a la guerrilla para que cubran los espacios dejados por los paramilitares.  A quienes  se les estarían abriendo esos espacios sería al Ejército de Liberación Nacional, ELN. Esto sería una verdadera traición a la patria”, e hizo un llamado para evitar precisamente que con el cambio de gobierno en Colombia, Venezuela profundice su condición de aliviadero de estos grupos irregulares, que como se sabe, no  han firmado.

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