Francisco Buarque de Hollanda nacido en Río de Janeiro, el 19 de junio de 1944, más conocido como “Chico Buarque”, es un poeta, cantante, guitarrista, compositor, dramaturgo y novelista brasileño. “Musica de Ida Y Vuelta” con Aquiles Báez este fin de semana describió el viaje musical de Chico Buarque a través de sus mayores éxitos y colaboraciones a través de este arte llamado música.

Se le conoce principalmente por sus canciones de refinada armonía, deudoras en parte de Antônio Carlos Jobim, y por sus letras, que oscilan entre una temática de carácter intimista, hasta cuestiones como la situación cultural, económica y social de Brasil. A lo largo de su vida ha ido alternando su carrera musical con la de novelista y dramaturgo. Su dos últimas novelas, Budapeste (2005) y Leite derramado (2009), han sido muy aclamadas y merecedoras del importante Premio Jabuti.

El debut público de Buarque como músico y compositor ocurrió en 1964 y pronto se hizo una reputación a través de su participación en festivales musicales y programas de televisión. Su primer álbum, Chico Buarque, mostraba el trabajo por venir, con sambas pegadizas, caracterizadas por juegos de palabras creativos y un trasfondo de nostalgia trágica.

Después del Golpe de Estado en Brasil de 1964, Chico empezó a escribir sobre la situación y evitó la censura al usar analogías crípticas y juegos de palabras. Su cada vez mayor actividad política y su colaboración con cineastas, dramaturgos y músicos en trabajos que protestaban contra la dictadura militar de Brasil le valió ser arrestado en 1968 y lo movió al exilio a Italia en 1969. Chico Buarque regresó a Brasil en 1970, donde empleó su fama y habilidad para escribir canciones como protesta contra la dictadura. Un ejemplo de ello fue la canción «Cálice» (1973), que fue compuesta por el en conjunto con Gilberto Gil, ya que juega con las palabras portuguesas para «cállese» y «cáliz» para cantar sobre la opresión militar bajo la apariencia de relato bíblico.

El debut público de Buarque como músico y compositor ocurrió en 1964 y pronto se hizo una reputación a través de su participación en festivales musicales y programas de televisión. Su primer álbum, Chico Buarque, mostraba el trabajo por venir, con sambas pegadizos, caracterizados por juegos de palabras creativos y un trasfondo de nostalgia trágica.

Después del Golpe de Estado en Brasil de 1964, Chico empezó a escribir sobre la situación y evitó la censura al usar analogías crípticas y juegos de palabras. Su cada vez mayor actividad política y su colaboración con cineastas, dramaturgos y músicos en trabajos que protestaban contra la dictadura militar de Brasil le valió ser arrestado en 1968 y lo movió al exilio a Italia en 1969. Chico Buarque regresó a Brasil en 1970, donde empleó su fama y habilidad para escribir canciones como protesta contra la dictadura. Un ejemplo de ello fue la canción «Cálice» (1973), que fue compuesta por el en conjunto con Gilberto Gil, ya que juega con las palabras portuguesas para «cállese» y «cáliz» para cantar sobre la opresión militar bajo la apariencia de relato bíblico.

Durante esa época su sencillo de protesta (ligeramente disimulada) «A pesar de você» pasó desapercibido de alguna manera por los censores militares y se convirtió en el himno del movimiento democrático. Después de vender 100.000 copias, el sencillo fue finalmente censurado y todas las copias fueron retiradas del mercado. A pesar de la censura, canciones como «Samba de Orlý» (1970), «Acorda amor» (1974) y «Vai passar» (1983) hicieron patente la continua oposición de Chico. También es cierto, sin embargo, que sus letras abordan temas de carácter más personal, con un aire sutil, y en un contexto musical hondo y refinado.

Silvio Rodríguez lo nombra en su canción «Quién Fuera (Corazón)», también Fito Páez lo menciona en su canción «Carabelas Nada». En 1998, la escuela de samba de Mangueira ganó el primer lugar del carnaval carioca con un tema de homenaje a Chico Buarque.