Venezuela se encuentra en la posición 102 en la clasificación mundial de los países más felices. El Informe Mundial de la Felicidad de 2018 elaborado a instancias de la ONU fue publicado en el mes de marzo. En comparación con el ranking anual, el año pasado el país se ubicaba en el puesto 82. “Esto es consecuencia de la crisis social, económica y política que afecta la felicidad del venezolano”, así lo manifestó Abel Saraiba, psicólogo y miembro del consejo directivo de Cecodap.

La mayoría de los países de América del Sur consiguió subir sus índices de felicidad en doce años, una tendencia que contrasta con la bajada pronunciada de estos indicadores en Venezuela que, con casi un 1,6 menos, se coloca como el país que más empeoró no solo entre los países latinoamericanos sino a nivel global.

El grupo de expertos analizó el nivel de felicidad de los países a partir de diversos indicadores, como el sistema político, los recursos, la corrupción, la educación o el sistema de salud. El informe estudió los casos de 155 países y utilizó datos de entre 2016 y 2017.

Para el año 2013, Venezuela ocupaba el puesto número 20 en la lista de los más de 150 países,  para el 2017 ya había bajado de lugar hasta el puesto 82, lo cual indica que en un año el país bajo 20 niveles. «Hay mucho trabajo por hacer en nuestro país, otros países latinos han logrado acceder a los primeros puestos de este top, pero no solo basta tener condiciones de vida para ser felices«, así lo expresó el psicólogo durante una entrevista en el programa «Gerencia A 2 Tonos» con Víctor Roa e Iván Acosta.

Ante esta difícil situación, Saraiba expresó “nosotros no vamos a poder ver un cambio, si no somos nosotros mismos quienes generamos este cambio. El cambio está en nosotros mismos”. En este momento el país se ve imposibilitado porque las personas sienten que no hay canales para generar cambios, pero el “involucrarse” y actuar ante la situación es clave para generar un cambio. “Hay que identificar desde donde conviene apoyar y ser parte de la solución, no es positivo quejarse” señaló.

Dejarse invadir por la tristeza es no aportar ayuda ante la situación. Hay que encontrar una alternativa para lograr la felicidad”, esto formara parte del cambio en la sociedad venezolana, sumado claro al cambio político y económico que requiere el país, concluyo el psicólogo.

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