En esta entrega continuaremos analizando los posibles riesgos de seguridad que se plantean con la entrada en vigencia del llamado bolívar soberano.

Ayer advertimos sobre la posibilidad de engaños o fraudes con la mezcla de monedas de la denominación actual, y la que está vigente desde diciembre de 2016, y que todavía no sale de circulación. Igualmente, referimos la posibilidad de confusiones con el uso de las monedas de un bolívar, cuyo parecido con el llamado bolívar fuerte es muy grande.

Pero hay otros riesgos que se plantean por el traslado y el manejo en lugares públicos de los nuevos billetes. Debemos tomar en consideración que con el nuevo cono monetario fueron reactivados los servicios bancarios a través de los cajeros electrónicos.

Existe entonces la posibilidad de que las personas vuelvan a ser víctimas de los llamados paseos millonarios, en los que uno o más individuos llevan a un cautivo por los cajeros electrónicos hasta agotar la posibilidad de obtener dinero de sus cuentas. Es una forma de robo agravado que estuvo muy en boga hace unos quince años, y que podría verse nuevamente.

Igualmente, se debe redoblar los cuidados a la hora de hacer retiros de las agencias bancarias, en especial durante los primeros días de vigencia del nuevo cono. Esta acotación la hacemos puesto que, con el avance de la espiral inflacionaria, el robo de estos nuevos billetes tenderá a ser cada vez menos atractivo, debido a la acelerada pérdida de su valor. Sin embargo, en estos días bien vale la pena tomar algunas precauciones adicionales

Por supuesto, hay que adoptar todas las medidas para mantener el secreto de las claves de sus tarjetas de débito. Es claro que el gobierno apuesta cada vez más a la llamada desmonetización del dinero. En otras palabras, que la gran mayoría de las transacciones sean efectuadas a través de medios electrónicos, ya sea mediante aplicaciones de pago en línea, transferencias bancarias y tarjetas de débito.

En cuanto al llamado dinero plástico, lo hemos dicho varias veces pero siempre hay que recordarlo: cuando usted dice su clave en voz alta, o permite que personas desconocidas tengan acceso a esta información, usted está poniendo en riesgo todo el dinero que posee en las cuentas asociadas a esa tarjeta.

No crea en excusas, que si el cable es corto, que si el punto de venta se daña si lo mueven, etc. Esos son problemas del vendedor, no de usted. Usted simplemente debe pagar en condiciones de seguridad mínimas. Si no se las garantizan, lo más sano es buscarse otro vendedor. Sospeche siempre de las personas que le pidan su clave en voz alta.

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