Desde hace algún tiempo especialistas predijeron que la economía venezolana iba a una situación de colapso y a juicio del Director de Ecoanalítica, Pedro Palma «llegó el momento», con la destrucción del aparato productivo privado, el sector petrolero en caída libre con la producción de crudo y volúmenes de exportación que están en situación precaria «este era un país de estabilidad económica, de precios, eramos envidiados en el pasado en los la década de los setenta como una economía con una estabilidad realmente extraordinaria con una inflación de 1.5% al año».

Palma indicó que, Venezuela hoy en día, es el único país del mundo que está sufriendo una hiperinflación mucho más intensa y profunda en comparación a los procesos hiperinflacionarios que se vivieron en América Latina en décadas pasadas «la estimación de 1.000.000% de inflación a final de año se ha quedado muy corta, porque este año probablemente cerramos con una inflación en 4.000.000% y de continuar este proceso en 2019 podríamos cerrar con una inflación del 10.000.000%».

Por esta situación «perversa e inaceptable», el Director de Ecoanalítica, recalcó que una enorme masa de la población no puede vivir en una situación tan dramática como la que genera una hiperinflación y eso explica la razón por la que hay éxodo de venezolanos.

En cuanto al programa de «recuperación económica» implementado por el Ejecutivo Nacional, Palma señaló que fueron medidas aisladas «se dijo que se aumentaría el salario mínimo pero se sabía que no iba a solventar los problemas graves, porque las empresas iban a quebrar».

A su juicio de Pedro Palma, la solución es afrontar la inflación y abartirla a través de la fórmula con las que países han acabado con ella, medidas que conforman un paquete complejo pero que han demostrado tener éxito «en Venezuela estamos ignorando ese remedio, estamos dando largas al proceso, estamos pretendiendo manejar el problema con pañitos calientes».

Reiteró que no hay procesos hiperinflacionarios que perduren en el tiempo de una forma indefinida «más temprano que tarde habrá un punto de quiebre, si se desea mantener el control político del país hay que dar un giro en materia económica de 180 grados».

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