El presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges, junto a Freddy Guevara, primer vicepresidente del Parlamento; iniciaron el pasado domingo una gira por los principales países de Europa. Recibidos por primeros ministros, presidentes de parlamentos y ex jefes de Gobierno; a quienes plantearán la necesidad de una apertura a la ayuda humanitaria para Venezuela y la urgencia de lograr una solución pacífica a la crisis social e institucional que padece el país.

Para la internacionalista, Milagros Betancourt, la gira “es una oportunidad muy importante porque afianza el reconocimiento de países de Europa a la Asamblea Nacional como un organismo legítimo electo por el pueblo”. El segundo aspecto interesante sobre esta eventualidad es “el mensaje que manda Europa al Gobierno en relación a la Constituyente”.

Más que Borges quiera informar a los mandatarios lo que está pasando (…) es recibir la información de cuáles son las vías que estos jefes de estado han visualizado para una eventual salida de esta crisis”, indicó Betancourt.

Además, manifestó que la gira también sirve para afianzar la postura de España, Francia, Alemania y el Reino Unido acerca de buscar una salida por las vías democráticas.

Por otra parte, sentenció: “el mensaje para el Gobierno es que tienen que sentarse a negociar porque tiene que haber una salida”.

Una gira para presión internacional

Estos requerimientos internacionales se pueden omitir “pero llegara un momento en el que no van a poder seguir evadiéndolo”; manifestó la abogada. Igualmente indicó que, “estamos en un mundo globalizado con una interdependencia de países y llegara el momento en el que ya no les quedara otra opción”.

En este sentido, aclaró que no solo los venezolanos sufren las consecuencias del régimen, sino también países vecinos. Los mandatarios extranjeros no trabajan por ayudar a los venezolanos, quieren ayudar para no verse ellos afectados también, dijo.

Un ejemplo claro de que la presión internacional sí ayuda a las crisis nacionales, es la manera en que se salió de la guerra en El Salvador”; ejemplificó Betancourt.

Finalmente, la internacionalista sentenció “mucha gente piensa que las muertes fueron en vano, que las protestas no significaron nada. Yo pienso muy diferente; pienso que ese ha sido el convencimiento para la comunidad internacional, de que no podemos salir solos de esto”.

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