El anuncio del Presidente Maduro sobre la instauración de un nuevo cono monetario en el país a partir del 4 de junio próximo, sigue dando de qué hablar. Hay coincidencia entre economistas de diversas tendencias en que esta decisión -catalogada como improvisada y acelerada- no frenará el proceso de hiperinflación que vive el país, fundamentalmente porque no ataca las causas y tampoco elimina las distorsiones de nuestra economía.

Para Jean Paul Leidenz, Jefe de Investigación de la firma Ecoanalítica, esta decisión es “una medida  puramente cosmética, que el único efecto positivo que pudiera tener es facilitar por unos meses la contabilidad mental, efectiva de los hogares y empresas y  facilitar el registro contable de las transacciones electrónicas, pero  más allá de eso tiene muy poco efecto”.

Explicó que el problema de la hiperinflación es que expresa un desequilibrio fiscal y que hasta tanto el gobierno no tome medidas de disciplina en el manejo de sus cuentas, de reducción del gasto, de dejar de financiarse por una emisión monetaria sin respaldo, por impuestos inflacionarios y no corrija su déficit, no habrá decisión que pueda incidir o impactar en un cambio en la situación económica por la que atraviesa el país.  “Hasta que el estado venezolano no logre ser fiscalmente viable, hasta que no corrija su déficit y no se deshaga de todas esas empresas públicas que son la razón  de un déficit continuo desde que fueron nacionalizadas,  no van a poder parar la hiperinflación“.

Un nuevo caos para la población: la coexistencia de monedas

Si todos los días se observan problemas en los diversos sectores de la población por la falta de efectivo, es evidente que la coexistencia entre 3 formas de pago generará mayor ansiedad e incertidumbre en el venezolano. “Por ejemplo, lo más probable que ocurra es que si  usted está en Margarita y quiere adquirir ciertos tipos de servicios o bienes pues probablemente tenga precios en bolívares fuertes, precios en Petro y precios en bolívares soberanosLo que se está generando es un caos monetario más grande del que ya tenemos y una gran confusión para la población “, sentenció. Todo ello sin hablar de lo que le cuesta al país la impresión de los nuevos billetes en un momento en el cual se tienen muy pocas divisas y demasiadas emergencias en todos los frentes.

Leidenz, además pronosticó la pérdida del valor adquisitivo de los nuevos billetes como consecuencia del proceso hiperinflacionario que vive el país “Cuando llegue el nuevo cono monetario, cuando esté en sus manos, ya esos billetes habrán perdido más del 70% de  su valor. El billete de 500 bs soberano o 500 mil bolívares fuertes comprará el equivalente a lo que hoy en día son 140 mil bolívares”, sentenció.

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