Venezuela sin petróleo

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“No se puede frenar la revolución tecnológica que está empujando el mundo y esa tecnología no pasa por los combustibles fósiles”.

Nikhil Seth. Director del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (UNITAR)

En el año 2010 National Geographic emite un documental titulado: “El Mundo sin Petróleo” donde plantea qué ocurrirá cuando este se haya agotado. Un tema tratado de diferentes formas como en la película apocalíptica Mad Max de 1980 en la cual el mundo se queda sin combustible fósil y el poco que queda, está en manos de especuladores donde un barril vale millones de dólares.

Sin embargo, el desarrollo tecnológico que ha tenido el planeta en los últimos 20 años predice que las visiones catastróficas se equivocan. El último barril de petróleo que se queme en el planeta no costará millones, valdrá cero. Y no será el último porque se acabe, sino porque el siguiente nadie lo querrá.

En el siglo XXI la preocupación ya no es cuando se acabará el petróleo, sino por cuanto tiempo estaremos dispuestos a utilizarlo, lo que hace inútil seguir pensando en una “Venezuela potencia” basada en el petróleo y sus derivados.

El llamado oro negro dejará de ser el motor económico del planeta. Ya comienza a dejar de serlo. Va desapareciendo como elemento protagonista de energía primaria, lleva la misma tendencia a la del carbón, que fue la base de la industrialización. La persistente pregunta que por décadas ha preocupado a los expertos en torno al petróleo hasta que apareció la energía alternativa era ¿Y si se agotaban los pozos existentes?

Los expertos hablan de que el paradigma ha cambiado y la perspectiva del mercado es que no va a haber un pico en la oferta (el peak oil) sino en la demanda. La OPEP ha asomado varias veces su preocupación por el momento en que el consumo de petróleo toque techo y entre en un permanente declive.

El hecho de que haya cambiado el paradigma se debe a que los últimos avances tecnológicos han permitido explotar las reservas en sitios antes impensables como las aguas superprofundas, el fracking  o los que estaban inundados de arena etc… esto ha hecho que el fin del petróleo que se veía tan próximo se haya alejado.

Las energías alternativas se han vuelto más eficientes y económicas. Según los expertos, acabarán reemplazando el combustible fósil, así como este, en el siglo XIX comenzó a desplazar el uso de aceite de ballena en la iluminación por keroseno.

No hay un criterio único del escenario futuro, lo más probable es una caída de la demanda global, que se estima sea a partir de 2040. Aunque se reconoce que podría comenzar mucho antes, hacia 2029 donde se alcanzaría un consumo máximo de 100,9 millones de barriles diarios, para iniciar entonces su lento declive. Para ese momento la energía solar podría cubrir el 23% del suministro mundial y el 35% en el 2050.

Será progresivo el cambio al uso de nuevas energías. El petróleo según los expertos representa todavía el 31% de la demanda de energía primaria en el mundo, sólo un 13% de las renovables, incluyendo la hidráulica y la biomasa, así que no será de improviso dejar de usar petróleo.

Países productores de energía fósil, así como las empresas del sector están preparándose para un nuevo mundo totalmente diferente al que conocemos. La pregunta es ¿Venezuela está preparándose?

Otro factor que influye en el uso del petróleo es el precio. Hay consenso en el mercado de que no va a subir mucho más de donde está ahora, no se volverán a ver los precios de 100 dólares el barril de hace apenas unos años. El techo ronda los 60/70 dólares por barril, los productores de petróleo saben que a partir de ese umbral sale rentable el fracking y las extracciones en aguas profundas además de incentivar la inversión de energías alternativas.

Venezuela perdió su momento histórico cuando lo precios del barril de petróleo estaba en más de 100 dólares, el despilfarro y la corrupción acabaron con nuestra posibilidad de ser un país de primer mundo en menor tiempo, nuestra generación llevará el estigma histórico de haber perdido una oportunidad de oro.

Los factores que influirán en la estabilidad del consumo de petróleo y su precio son varios. El compromiso de Europa y otros países consumidores  para frenar el cambio climático, el avance indetenible del ahorro energético en todos los sectores, la mayor eficiencia y rentabilidad de las energías renovables, la gran apuesta por los vehículos eléctricos y de biocombustibles, ( solo en Brasil ya hay cerca de 7.000.000 de vehículos que usan  Biodiesel), muchos sectores industriales se están pasando al gas natural, las nuevas baterías que permiten almacenar electricidad a pequeña y gran escala, entre muchos otros avances.

Los países productores siempre han pensado que aumentando la producción los precios del petróleo bajan y así Europa dejaría de construir carro eléctrico o que Estados Unidos no invertiría en fracking, esto ha sido un error, el economista español Daniel Lacalle ha dicho refiriéndose a los países productores de petróleo: “Les costaba entender que el mundo ya no es así. La gente no dejó de comprar teléfonos Nokia por su precio, sino porque encontraron una alternativa mejor en los smartphones. Y la tecnología no para, sigue avanzando”.

En próximas entregas seguiré hablando de este tema, veremos cómo los países se están preparando para el fin del mundo sin petróleo.

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