Santiago. Chile y Colombia buscarán este viernes seducir a otros países de Sudamérica para crear un nuevo bloque político regional que reemplace a la agónica Unasur, un organismo criticado por su burocracia, sus escasos logros y su inacción ante la crisis de Venezuela.

Unasur nació en 2004, impulsada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para cristalizar una integración política regional basada en el modelo de la Unión Europea, en momentos en que predominaban los gobiernos de izquierda o centroizquierda.

Ahora el péndulo político de Latinoamérica ha oscilado hacia la derecha, y los presidentes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú se reunirán en Santiago, en lo que busca ser la antesala de la creación del bloque Prosur.

«Unasur fracasó por exceso de ideologismo y burocracia. Prosur es un foro sin ideología ni burocracia, para que todos los países democráticos de América del Sur podamos dialogar, coordinarnos, colaborar y hacer escuchar nuestra voz», dijo recientemente el presidente chileno, Sebastián Piñera.

Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Paraguay suspendieron su participación en el bloque después de quejarse por los procesos burocráticos y hasta que se nombrara un nuevo secretario.

Colombia directamente abandonó Unasur en agosto del año pasado y, junto con Chile, inició la búsqueda de un mecanismo de reemplazo. Ecuador se retiró este año y pidió incluso la devolución del edificio que funciona como sede del organismo.

Hasta el presidente boliviano, Evo Morales, un cercano aliado de Chávez y el gobierno de Caracas, reconoció el año pasado que el organismo estaba en crisis. Bolivia ejerce la presidencia temporal de Unasur y junto con Uruguay se han mantenido al margen de la idea del nuevo bloque.

«El fin de Unasur es un primer paso para que haya una nueva visión de la integración regional, basada en principios como la democracia; una economía de mercado, pero con sentido social», dijo el presidente colombiano, Iván Duque, recientemente.

Pero el surgimiento de Prosur ha sido criticado por dejar fuera al cuestionado gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro. Los organizadores invitaron en su lugar al líder opositor Juan Guaidó, al que muchos países reconocen como legítimo mandatario interino del país petrolero.

Aunque Guaidó no asistirá, se prevé que el tema de la crisis política y económica de Venezuela ocupe un lugar importante en el debate.

Algunos especialistas creen que tampoco estará libre de ataduras ideológicos, como pasó con Unasur.

El ex secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), el socialista José Miguel Insulza, rechazó la creación del bloque por considerar que «nace dividido». Otros señalaron que el nuevo bloque cambiaría la visión sólo porque ahora predominan los gobiernos conservadores en la región.

Yendo aún más lejos, el excanciller brasileño Celso Amorim dijo que la iniciativa no busca la unión y que su único objetivo es poner fin a Unasur.

«Obviamente el intento es terminar con Unasur, impedir que resurjan gobiernos progresistas que puedan hacer que Unasur renazca», aseguró Amorim el fin de semana a un diario local.

El encuentro de mandatarios en Santiago sólo está previsto que dure dos horas y no se espera la firma de acuerdos o declaraciones conjuntas.

Fuente: Agencia Reuters