Para el empresario cacaotero Albe Gorrín, la potencialidad del cacao venezolano no reside en la cantidad producida, sino en la altísima calidad y diversidad genética del fruto. Por lo tanto, aunque Venezuela se encuentre lejos de los principales productores africanos de cacao, tiene un nicho que le brinda un abanico de posibilidades. Gorrín, quien también preside la compañía chocolatera Cacao Guarataro, compartió sus apreciaciones del mercado para Fedecámaras radio.
«Venezuela en este momento produce menos de 20.000 toneladas de cacao. En cambio, países como Gabón y Costa de Marfil siempre se mantienen alrededor de 2 millones de toneladas. Sin embargo, el cacao corriente que producen estos países tiene un valor de alrededor de 10$ por kilo, mientras que el cacao venezolano de alta calidad cuesta el doble. «Por lo tanto, este es un modelo de negocios rentable en donde se debe apostar a perfeccionar la calidad de nuestros cultivos», reseñó Gorrín.
En la actualidad, la producción de cacao en Venezuela enfrenta la amenaza del hongo «escoba de bruja», el cual ha ocasionado graves pérdidas económicas para los productores. Este flagelo afecta, sobre todo, la región oriental del país, en el estado Sucre. Desde el año pasado, el Ministerio de Agricultura adelanta un plan para combatir el hongo. Como esto, intentan salvar la mayor cantidad de hectáreas de cacao posible.
En la entrevista que el presidente de Cacao Guarataro concedió a Fedecámaras radio, también se comentó la iniciativa reciente del ejecutivo para impulsar la producción de este rublo mediante dos plantas para el procesamiento de los cultivos. «Lo importante aquí es conocer cuál es el papel que vamos a cumplir los productores, tanto los pequeños como los medianos, en este plan. Lo que más desea cualquiera de nosotros es salir a competir o salir a exportar directamente. Creo que habría que ver cuál es el alcance de este proyecto».
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