El economista y director de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, César Aristimuño, señala que la depreciación que ha registrado el bolívar en una semana alcanza a 25%, como consecuencia de fuertes pagos que ha hecho el gobierno central a proveedores y parte de esos fondos han ido directamente a incrementar la demanda en el mercado paralelo de divisas.
Esta depreciación es un hecho preocupante para Aristimuño que evidencia la fragilidad de la estrategia de restricción de liquidez, vía encaje legal bancario, para controlar los precios del dólar. Queda claro, a juicio del economista, que esta desaceleración de la inflación y del aumento del tipo de cambio es artificial, y puede ser alterada por cualquier hecho coyuntural.
«Hasta octubre 2018, las variaciones anualizadas de la inflación, el tipo de cambio paralelo y la liquidez monetaria se movían con tendencias coincidentes. Es a partir de ese mes cuando se acrecientan las malas expectativas de los agentes económicos y se elevan los niveles de incertidumbre, y entonces las variaciones anualizadas de los indicadores señalados empiezan un fuerte ascenso, para luego caer en una dinámica de desaceleración a partir de febrero 2019. Tengamos presente que a partir de marzo se implementa la subida del encaje legal».
Aristimuño hace uso de los datos para explicar el impacto de la aplicación de un encaje legal marginal de 100% y mantener el encaje legal ordinario en 57%. La liquidez monetaria «pasó de un crecimiento anualizado de 144.947% en febrero de 2019, a un alza de 41.345% en junio. La variación anualizada del precio del dólar en el mercado paralelo muestra igualmente una severa desaceleración anualizada en su crecimiento al moverse de 173.806% en febrero del año en curso, a 23.412% en el sexto mes del corriente año. Y en el caso de la inflación, su velocidad anualizada de crecimiento pierde celeridad, al pasar de 344.510% en febrero 2019 a 122.086 en junio del año en curso».
Esta restricción ha tenido un enorme costo en contracción del PIB para el país, por lo que la reducción de la velocidad de la inflación ha servido muy poco para estimular un mayor consumo de bienes y servicios.
«Esta semana hemos observado una fuerte aceleración en la tasa de cambio del dólar paralelo del 25%, que pasó de 8.388 por dólar el 12 de julio, a más de 10.426 bolívares este 18 de julio», como resultado de una inyección de liquidez de carácter puntual y que el mercado todavía no ha asimilado del todo, según lo refleja la cotización del dólar en el mercado informal.
Los incrementos de precios siguen corriendo más rápido que la cotización del dólar en el mercado paralelo, y así vemos que «la Inflación anualizada a junio de 2019 alcanzó a más de 122.086%, y en el mismo lapso el paralelo subió 23.412%; esto trae como consecuencia una pérdida del valor de compra del dólar de 81% en un año».
Con base en este dato, Aristimuño estima que 100 dólares de junio 2018, tienen, en junio 2019, un poder de compra de tan solo 19 dólares. «Actualmente se requiere un ingreso de 520 dólares para tener el poder de compra equivalente de los 100 dólares de hace un año».
Con información de Banca y Negocios