Eva Carrera, fundadora de Tequeños Las Tías, expresó que dicho negocio inicio siendo un emprendimiento familiar, pero que actualmente es una realidad que se disfruta en las fiestas o desde los hogares del venezolano, porque «el tequeño, sin duda es, un pasapalo nacional que nunca se deja de comer».
“Nosotros hacemos tequeños desde la glotonería, desde el gusto por el producto y desde enamorar a la gente a través de eso que es tan rico como el tequeño, que no tiene comparación con otros pasapalos en Venezuela, porque es el que sale en una bandeja y desaparece en segundos”, comentó.
Asimismo, en el programa Marketeando con Lenis Toro, explicó que dicho negocio familiar nació cuando quisieron participar en una fiesta infantil y no se convencieron al ver lo que había en el mercado. “Una de mis tías sabía hacer masa de hojaldre y desde allí le dimos un toque de diferencia a lo que queríamos hacer. Al final todo el empeño tiene un toque de terquedad y de ganas de consentir a los clientes”.
Del mismo modo, señaló que para hacer los tequeños son cinco días de producción con la masa de hojaldre, ya que la misma tiene el matrimonio perfecto entre el queso y masa. “Es una maravilla el cómo hacemos ese pasapalo nacional que es el rey de la fiesta. Cuando lo hacemos pensamos que lo primero es enamorar al primer cliente que son mis compañeros de trabajo, porque ellos deben de estar bien y sentirse orgullosos de lo que hacen, es decir cuando sale con una bandeja o cuando hacen tequeños desde su casa”, recalcó.
Por otro lado, aclaró que Tequeños Las Tías participó junto a Senos Ayuda, en la campaña del mes de cáncer de mama. “Hacer la campaña fue rico, porque fue decirle a los niños lo que necesitábamos hacer, y entre todos definimos que la masa rosada sería el lacito, donde con un solo tequeño se pudiese preguntar si se ha hecho el chequeo del cáncer de mama, con ayuda de Senos Ayuda”.
Por último, Carrera informó que durante el mes de noviembre están celebrando los 24 años que ya tienen en el mercado venezolano, llenando de alegría las fiestas y festejos. “Los 24 años son los mejor que me han ocurrido a mi como persona, porque me gusta cuidar a la gente, haciendo control de calidad de tequeños porque es el mejor trabajo que existe en el planeta tierra. El tequeño es una mezcla de cómo son las tías, es decir, consentidoras, alcahuetas y alegres, por eso el fin último es consentir así al cliente”.
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