La guionista venezolana Efterpi Charalambidis contó todo acerca de la película ¡Que buena broma, Bromelia».
Una flor inspiró a la directora y guionista venezolana Efterpi Charalambidis a escribir la historia de su segundo largometraje, ¡Qué buena broma, Bromelia!, la idea de crear un personaje que llevara el nombre de la flor se le ocurrió cuando estaba en el Festival de Cine Venezolano de Mérida, en 2009.
“La historia se me ocurrió cuando reflexioné sobre mi situación particular como mujer que ya había pasado los cuarenta años. Pensé en mis amigas contemporáneas, y se me ocurrió crear un personaje que estuviera en ese momento de su vida donde hace un recuento de quién es y lo que ha logrado”, aseguró.
Uno de los temas que más le interesó abordar a la directora fue la maternidad a edad avanzada, después de los cuarenta años. Explicó que el reloj biológico comienza a alertar a las mujeres que ya no pueden tener hijos es una cierta edad, además, en la cual las estadísticas apuntan a una mayor probabilidad de tener un hijo con condiciones especiales.
“Nos habla de una necesidad de la mujer de buscar su propia vía de independencia y autodeterminación lejos de las expectativas que puede tener el entorno. Digamos que Bromelia es el reto de atravesar ese proceso y lo que veremos en la película es si lo logra o no y cómo lo hace”, enfatizó.
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