Biciola, la ingeniosa respuesta a la crisis de los microplásticos en las costas venezolanas

La Biciola es un prototipo diseñado para filtrar microplásticos de la arena y puede tamizar hasta 500 partículas por kilo. En el futuro, el equipo de profesionales que lo desarrolló busca convertir estos residuos en objetos útiles para las comunidades.

Maracaibo. El Lago de Maracaibo enfrenta una creciente amenaza ambiental: la contaminación por plástico. Cada día, unas 40 cañadas descargan toneladas de desechos en sus aguas, alimentando un problema que ya afecta la salud humana y la fauna marina.

Buena parte de estos desechos son plásticos de un solo uso —como bolsas, envases, botellas y cubiertos— diseñados para ser descartados tras su primer uso, y que actualmente representan una de las principales fuentes de contaminación en ecosistemas acuáticos en varias regios del mundo.

Las consecuencias de la acumulación de plásticos en la cuenca han afectado no solo la salud de quienes habitan en zonas pesqueras y turísticas, como el Parador Turístico Santa Rosa de Agua, sino también a la fauna marina, incluyendo peces y tortugas.

El Proyecto Educación, Producción y Ambiente (EPA), una red dedicada a la promoción y preservación del medio ambiente, reveló en el año 2021 que el Lago de Maracaibo tiene 90 % de sus orillas repletas de plástico, situación que continúa vigente.

Las consecuencias de la acumulación de plásticos en la cuenca han afectado no solo la salud de quienes habitan en zonas pesqueras y turísticas, como el Parador Turístico Santa Rosa de Agua, sino también a la fauna marina, incluidos peces y tortugas.

En la jornada de este fin de semana participaron mas de 150 voluntarios entre sociedad civil organizada, estudiantes y organizaciones ambientalistas/Crónica.Uno

Para 2022, la Fundación Azul Ambientalista refirió: “Los peces del lago de Maracaibo tienen microplástico en su organismo, lo que representa una amenaza para la salud de quienes los ingieren”.

El enemigo es el plástico

Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico, menores a 5 milímetros, que provienen de la descomposición de plásticos más grandes o son fabricadas en ese tamaño. Su diminuto tamaño les permite infiltrarse en la cadena alimentaria, con consecuencias aún poco estudiadas para la salud humana y el ambiente.

Preocupados por la degradación de estos residuos y su impacto en las costas, cuatro amigos —María José Barrios, diseñadora gráfica; Igor Castillo, biólogo; Luis Sibira, estudiante de biología; y Mariana Hernández, bióloga— decidieron crear un prototipo para filtrar la arena de playa.

“En medio del ocio de la pandemia, tuvimos la idea de adaptar una bicicleta estática para tamizar arena de playa con la finalidad de sacar microplástico. Generalmente en las jornadas de limpieza de playa se recogen desechos grandes, pero no se logran ver los plásticos más pequeños y eso es lo que hace la Biciola”, dijo Barrios en una jornada de limpieza en la costa de Isla Dorada.

De acuerdo con la Fundación El Zulia Recicla, en una jornada de tres horas con 60 voluntarios, se pueden extraer hasta 600 kilogramos de plástico de las orillas del lago. El volumen varía según la zona. Este sábado, 21 de junio, en Isla Dorada, participaron 158 personas en la jornada y lograron sacar 754 kilos de material en dos horas y media.

La Biciola filtra dos veces la arena de playa separando elementos grandes, microplásticos y materia orgánica y arena totalmente limpia/Crónica.Uno

“Nosotros hemos logrado sacar en otras zonas, como el Parque Vereda tres, hasta una tonelada 200 kilogramos de plástico”, dijo Grisel Mercadante directora de El Zulia Recicla, quienes estuvieron a cargo de la organización del evento junto a Biciola.

¿Qué es Biciola?

Desde su creación en 2021, Biciola se define como un experimento social y ambiental diseñado para remover microplástico de la arena de playa mediante una bicicleta estática conectada a un tambor de doble filtrado.

“La arena se vierte dentro del tambor y mientras una persona pedalea, el tambor gira y a través de dos filtros: uno interno que captura plástico y materiales más grandes; y el segundo que filtra los microplásticos unidos a materia orgánica, se tamiza la arena. Luego, ese material se separa y finalmente en la bandeja inferior cae la arena limpia que reubicamos en otras zonas de la misma playa”,explicó Barrios.

Este prototipo necesita financiamiento para llegar al modelo final que el equipo fundador espera replicar por todas las costas venezolanas/Crónica.Uno

Pero el trabajo no termina ahí: el microplástico extraído se convierte en recurso para actividades didácticas. A través de un microscopio, estudiantes y vecinos que participan en las jornadas pueden observar la gran cantidad de partículas presentes en la arena. Conocerlas y entender su impacto, ayuda a generar conciencia.

“Hemos logrado extraer 500 partículas de microplástico por kilo de arena tamizada, aproximadamente. Estas son aproximaciones porque es complicado calcular con exactitud, estamos apenas estandarizando el estudio posterior junto a la Universidad del Zulia”, explicó la diseñadora gráfica.

El plástico es un material que tarda décadas en degradarse, según su tipo y el entorno. Una botella de refresco, por ejemplo, puede tardar hasta 450 años en degradarse a microplástico, y estas partículas permanecen en el mar durante siglos.

Educar es la tarea

Igor Castillo aseguró que Biciola es un proyecto “de conciencia ambiental que involucra a la comunidad para que se den cuenta la cantidad de microplástico que tenemos en nuestras playas. La Biciola no busca limpiar todas las playas, sino un llamado de conciencia. Que la gente entienda el mal uso que le da al plástico, el impacto que causa y a partir de ahí, cambiar sus hábitos”.

Educar a los mas pequeños sobre el impacto del plástico y sus consecuencias es la tarea de Biciola. El proyecto busca formar una generación más consciente. /Foto: Crónica.Uno

Para Mariana Hernández, “el problema es el uso desechable, desmedido y poco responsable que le damos al plástico. Si educamos, si reutilizamos con sentido, podemos cambiar la narrativa. Cuando las comunidades comprenden el problema, se convierten en parte de la solución”.

Pasos a futuro

Los próximos pasos de la organización ambiental están bien definidos. Al respecto, Castillo señaló que el prototipo se perfeccionará para su producción masiva. De esra forma esperan llegar a todas las zonas.

“La idea es que el prototipo siga avanzando hasta llegar al modelo final y conseguir financiamiento para producirlo en grandes cantidades para que haya uno en cada zona y así llegar a más personas, involucrarlos, que se eduquen y sean multiplicadoras”,adelantó Castillo.

El equipo de Biciola espera seguir avanzando con la ayuda de las comunidades para lograr la transformación de conciencia hacia unas costas más limpias/ Foto: Crónica.Uno

Además, con el microplástico extraído, planean transformarlo en objetos utilitarios como llaveros, pupitres, frisbees y monturas de lentes, entre otros. También, prevén lanzar una campaña de donación de bicicletas estáticas.

“Queremos que la gente pueda reutilizar estos elementos, que le den mayor valor. Tenemos muchas ideas para que la gente se una y que esto se extienda”, dijo Igor.

Por ahora, la Biciola ha comenzado su labor en el Zulia gracias al respaldo de una sólida red de organizaciones ambientalistas locales y profesionales comprometidos no solo con la investigación, sino también con la acción. Sin embargo, el equipo espera replicar la experiencia en otras costas del país.

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