La situación económica en el estado Bolívar es una de las más críticas de todo el país. Pese a que allí tienen sus sedes las empresas básicas del Estado y toda la riqueza contenida en el denominado Arco Minero, su situación socio económica es una donde los números no expresan, nisiquiera se acercan, a toda la riqueza contenida en toda su geografía.

Joni Houda, presidente de Fedecámaras Bolívar, expresó en rueda de prensa, que el estado presenta una situación crítica, con gente desnutrida, con altos índices de enfermedades endémicas que se creían superadas, con niveles  alarmantes de inseguridad, presencia de pranes, prostitución, fallas en los servicios públicos, “pareciera que nuestro estado no existiera, que ha sido completamente olvidado”, expresó.

Dijo que en materia económica las empresas básicas se encuentran en el piso, por el ausentismo laboral, la falta de reinversión, por todas las fallas en la producción “están prácticamente quebradas”, señaló.

Otro de los problemas es el caos que hay en relación con la minería. “No ha habido una política gubernamental clara, un plan de desarrollo específico  para el área. Minerven está funcionando como un centro de acopio. De hecho las  8.5 toneladas de oro que fueron entregadas al Banco Central de Venezuela, no las produjo esa instancia como parte de un plan articulado y coherente”, afirmó.

Indicó que en la región la improvisación en esta materia ha generado un enorme desastre, “el principal, de naturaleza ecológica ya que se han contaminado nuestros ríos, el Caroní y el Orinoco, aunado a un aumento en los índices de criminalidad y la prostitución. Otro de los problemas que enfrentamos es la falta de efectivo. Todo el efectivo del país está en la zona sur, en las minas“,  y expresó que los principales afectados por todas estas situaciones son las comunidades indígenas, quienes no han sido tomados en cuenta de ninguna manera.

Houda, propuso en nombre de Fedecámaras Bolívar, un conjunto de medidas que contribuyan a revertir esta situación: “Proponemos un cambio de modelo de desarrollo, con una primera etapa de recuperación  y  una segunda reindustrialización y diversificación industrial. La recuperación de empresas exige un fondo de estabilización que garantice un flujo normal. Para superar la insuficiencia de recursos, estimamos la adopción de  un esquema de alianzas entre los sectores  público y privado similar al utilizado en la faja petrolífera del Orinoco. Necesitamos un programa de estímulo a las inversiones, la remodelación de las zonas industriales, de un conjunto de alianzas con universidades y centros de investigación universitaria a nivel internacional; una normativa para la prevención y protección de los ecosistemas de la zona y sobre todo, que haya una reinversión en los municipios que aportan el oro“.

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