Los delitos en el Metro de Caracas han aumentado tanto en frecuencia como en violencia. El 30 de julio, por ejemplo, individuos armados asaltaron a una usuaria de 29 años de edad en el andén de la estación Pérez Bonalde.
Una semana antes, tres sujetos sometieron mediante fuerza física a un funcionario que iba de civil. El forcejeo comenzó en el andén de la línea 1 de la estación Capitolio, y continuó en el interior del vagón, hasta que la víctima fue despojada de su teléfono celular.
Uno de los buhoneros explicó que él solo puede ofrecer sus caramelos entre Chacaito y Propatria, pues sus competidores lo han amenazado con robarle la mercancía si irrumpe en el “territorio” de ellos, que está entre Chacaíto y Petare.
En el Metro también están recalando individuos que han salido de las prisiones y los retenes policiales con motivo de la “revolución” en el sistema judicial, decretada por Maduro.
Queda para ustedes la recomendación de evitar en lo posible las aglomeraciones en el subterráneo y mantener una conveniente vigilancia hacia sus pertenencias.