La escasez de alimentos se agrava cada día más en Venezuela, algunos de los productos que se incorporaron a esta lista son las frutas, las hortalizas y uno de los rubros más importantes, el maíz blanco, así lo afirma Celso Fantinel, primer vicepresidente de Fedeagro.

«Los ciudadanos venezolanos nos podemos dar cuenta ya, desde hace dos o tres meses, de la escasez de hortalizas cuando vas a las ferias en las calles o en los supermercados importantes y si las ves, es a unos precios exorbitantes», aseguró Fantinel.

Desde el mes de marzo, técnicamente el maíz blanco se había terminado, así lo afirmó el agricultor, añadiendo que la poca producción que hay es del maíz blanco mexicano, cuyo último buque llegó hace 20 días con 30 mil toneladas, cifra que realmente abastece solo una semana.

Asimismo, el vicepresidente de Fedeagro hizo un llamado al gobierno nacional y al ministro de alimentación para que hagan un esfuerzo importante de seguir trayendo maíz porque la cosecha de esta nueva siembra de mayo 2017 no se dará sino hasta finales de septiembre y principios de octubre y la población necesita del producto.

«Como no tenemos las divisas que teníamos en años anteriores, ya no se ve el continuo arribe de barcos a polipuerto, ves un barco o dos mensuales cuando realmente necesitamos por lo menos cuatro barcos de 30 mil toneladas, tomando en cuenta que el consumo nacional está en alrededor de 1 millón 300 mil toneladas de maíz blanco», aseveró Fantinel.

También, Celso Fantinel comentó que hasta el año 2010, Venezuela se abastecía en un 100 % de maíz blanco y que actualmente no podemos hacerlo gracias a las malas medidas económicas del gobierno que, al no presentar un margen de rentabilidad, desestimula a los productores que ya no quieren sembrar maíz blanco.

El vicepresidente añadió que el monopolio de la distribución de semillas y fertilizantes  lo tiene Agropatria y que actualmente las empresas privadas que abastecían los insumos técnicamente desaparecieron, teniendo tan solo entre un 5 % o 3 % de aporte en el mercado.

«Ahora contamos con una semilla importada, no es lo que queremos, pero es lo que tenemos para sembrar este año y trabajaremos para que en un futuro todo sea 100 % venezolano. Tenemos las tierras, tenemos los productores y las ganas de seguir trabajando», afirmó el agricultor.

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