García Arocha: «yo conozco la crisis, conozco los problemas, pero no gano nada quejándome»

Por: Giovana Trejo

Para la rectora de la Universidad Central de Venezuela , Cecilia García Arocha, la gerencia pública y privada deben ir de la mano. Manifiesta que la situación que está pasando el país, hace que sea tendencia olvidar estos elementos, pero lo describe como un pensamiento «gravísimo«, ya que ambos son necesarios para el desarrollo de la nación. Es cierto que el sector privado tiene más facilidades de conseguir recursos que el público. Sin embargo, la gerencia debería estar orienta al sector público como si fuese privado también.

Mencionó que, en una reunión que sostuvo con el consejo universitario, conversaron sobre la importancia de efectuar, no solo el «Plan País», sino también el Plan UCV. De hecho, recalcó que todas las universidades deben aportar de alguna manera para incentivar el cambio de la nación. «Se necesita la participación de todos los sectores, necesitamos seguir adelante con propuestas y proyectos importantes«, dijo en una entrevista realizada en el programa «Gerencia a Dos Tonos», conducido por Víctor Roa e Iván Acosta.

La rectora confiesa que desde su percepción, el país y su gente ha cambiado. Por ello, es completamente necesario contar con gerentes capacitados para buscar soluciones y dejar la queja de lado. Explica: «yo conozco la crisis, conozco los problemas, pero no gano nada quejándome. Entiendo la razón de la queja, pero el gerente tiene que buscar una ruta y tiene que averiguar cómo puede ir poco a poco solucionando la crisis que se no presenta«.

Por otro lado, cree que la formación gerencial debería estar incluida en el plan de estudios de todos los alumnos. «Lo importante es que se enseñe que tú todavía puedes estimular al otro para que entienda que la gerencia no es decir ‘es que no hay dinero en la universidad’«, afirma García Arocha.

Además, dio los 5 elementos que ella considera que debería tener la gerencia como enfoque. Primeramente, resaltó la gerencia humana sin comprometer el desarrollo y objetivos de una empresa. En segundo lugar,  el respeto. Luego la decencia y por último,  los valores libertarios (libertad, la autonomía de las instituciones y los valores democráticos).

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