El último aumento salarial anunciado por el Ejecutivo Nacional el 20 de agosto fue calificado por la presidente de Asuntos Laborales de Conindustria, Maryolga Giran como “lapidario, un duro golpe para todos los empleadores del país”, debido a que dicho aumento no fue consultado entre los trabajadores, los empleadores y el Gobierno, como lo establece la ley.
En este sentido, Giran explicó en el programa “Mesa de Análisis” que esto puede ser considerado también como un “achatamiento” a los salarios, de manera tal que desincentiva a los trabajadores, “el aumento del salario mínimo no ayuda en nada a lo que de verdad importa, aumentar y fomentar la productividad del país, mientras los salarios suben por los cielos, la productividad va cuesta abajo”.
Asimismo, este nuevo sueldo mínimo tampoco ayuda a recuperar el poder adquisitivo de los venezolanos, puesto que desde que se anuncio el mismo hasta la fecha de cobro de la primera quincena pasaron tres semanas, es decir, en esas tres semanas el salario ya se había devaluado en gran medida.
Empleadores y trabajadores de los sectores industriales y comerciales
Por otra parte, Giran destacó que el sector comercio a nivel nacional ha sido uno de los más afectado, debido a que el aumento salarial fue “lapidario” para gran parte de los comercios, tanto de la ciudad capital como del interior nacional. “Muchos comercios no han podido aguantar y han tenido que cerrar sus comercios y bajar las santamarias”, añadió.
Por parte del sector industrial muchos de los empleadores y dueños de industrias en el país han podido aguantar tanto los aumentos como las brechas salariales del mismo, bien sea con convenios o ajustándose al subsidio del Ejecutivo Nacional, “o también teniendo que usar sus propios medios y mecanismos para mantenerse”.
Niveles de productividad en el sector industrial
En el sector industrial actualmente se encuentran operando a nivel nacional un poco más de 300 empresas, sin embargo, “no hay que fijarse solo en el numero de las empresas que hay, sino también en su capacidad operativa”, expresó Maryolga Giran, puesto que la capacidad de dichas empresas pasó del 25 % de su capacidad instalada al 20 %.
Sin embargo, esto solamente es en las empresas de primera necesidad, porque en las empresas que se encuentran en un segundo o tercer plano, “como los son las del sector de condimentos plásticos, bicicletas y artes gráficas solamente trabajan al 1 % de su capacidad instalada”, puntualizó Giran.
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