Si algo debe quedar claro en el mundo de bitcoin y las criptomonedas, es que estos activos digitales fueron desarrollados para las personas naturales, como una vía alterna o sistema alternativo de pago al de la banca tradicional. Pero tampoco fueron creadas para ser adoptadas o sumadas a la política monetaria de gobierno alguno, es más, su postura y filosofía de creación y existencia va en contra de la centralización del poder de estado en materia económica y financiera.
Entonces flaco favor le estaríamos haciendo a una nación si desde el poder central se promociona una criptomoneda en el marco del crecimiento y desarrollo de proyectos económicos. Este fue en principio el caso de Javier Milei, presidente argentino y la criptomoneda $Libra, la cual sigue sumando detractores luego de su debut y despedida.
Julian Peh CEO de la empresa KPI solutions, natural de Singapur, logró -junto con 3 socios más- llegar al círculo más cercano del presidente Milei en octubre de 2024, en el marco de un evento Fintech en el hotel “Libertador” en la ciudad de Buenos Aires. En esta reunión se le vendió la idea a Milei de este criptoactivo en el marco de sus políticas económicas radicales con miras a dar libertad económica y crecimiento económico a partir del uso e implementación de la misma.
Lo cierto es que luego de colocar el presidente Milei un tweet en su cuenta de X promocionando la criptomoneda, las ventas crecieron ampliamente contando con su respaldo e imagen. Solo que a las pocas horas, drenaron de las principales billeteras vinculadas al proyecto USD 85 millones generando pánico en los tenedores del criptoactivo, quienes rápidamente leyeron esta acción como una estafa, logrando que el precio cayera vertiginosamente ocasionando millones de USD en pérdidas.
Econ. Aarón Olmos / Programa Economía Digital
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