El municipio más extenso del Distrito Capital, Libertador, presenta actualmente un estado de insalubridad que preocupa a la comunidad.
La acumulación de desechos sólidos que no reciben atención por parte de los organismos de saneamiento, provoca estragos a los caraqueños.
Asociaciones de vecinos y grupos de personas particulares, hacen mención de la ineficiente asistencia que presta el aseo urbano, a pesar que fue incrementado el costo del servicio y los derechos de frente.
San Bernardino, Candelaria, y El Paraíso, son tres de los sectores más afectados según comentan los vecinos.
María Torrealba, dirigente vecinal en San Bernardino, explicó que la basura depositada por los habitantes en las aceras de la urbanización puede tardar hasta tres semanas sin ser recogida.
Asimismo, Yusmari Salazar, quien tiene un puesto de comida en la entrada de esa comunidad, indicó que justo al lado de su negocio existe un botadero que puede llegar a ocupar toda la cuadra.
“El olor es insoportable. La cantidad de moscas y gusanos es bárbara. A la gente le da asco comer aquí y eso me ha perjudicado mucho, además de que afecta nuestra salud”, expresó Salazar.
En varios tramos de las avenidas Panteón y Gamboa ocurre el mismo inconveniente.
En Candelaria, la basura no es solo un tema de incumplimiento de servicio público, sino que además se ha convertido en un asunto de asedio por parte de las personas en situación de calle.
En aceras y avenidas de la zona, en donde residentes y comerciantes depositan los desechos diariamente, indigentes aguardan por las bolsas de desperdicios para encontrar algo de comer, provocando un desorden que afecta la salubridad y el aspecto de la urbanización, tal como lo señalan quienes hacen vida en la parroquia.
Yeison Rodríguez, empleado de un establecimiento en la calle Este, comentó que el inconveniente se debe a la intermitencia con la que recolectan los desperdicios.
Rodríguez dijo que a las 5:00 de la tarde, hora en que las conserjerías colocan la basura en las afueras de los edificios, los indigentes asedian las bolsas buscando comida, destrozando los desechos.
En El Paraíso, la situación no es distinta a las de otros sectores, puesto que en toda la zona se observan grandes botes acumulados por días.
En tal sentido, Helen Fernández, alcaldesa Metropolitana de Caracas, decretó el estado de emergencia ambiental en el municipio Libertador, en vista de la crisis que atraviesa en materia de recolección de basura, recalcando que la problemática ha conllevado a una grave proliferación de epidemias virales tales como, Malaria, Dengue, Chinkingunya, Zika, entre otras.
Créditos: El Universal