El ciclo agrícola más importante del año en el país se perderá por «desconocimiento y mala intención” porque el Gobierno se demoró en la entrega de insumos para la siembra, aún cuando la federación sólo recibe el 30 % de estos; sumado al inicio de la temporada lluviosa que imposibilita la productividad, manifestó el primer vicepresidente de Fedeagro, Celso Fantinel.
En este sentido, Fantinel indicó que desde enero del presente año, Fedeagro ha denunciado ante el ministerio la demora en la entrega de agroinsumos y recalcó que parte del problema deriva por la medida del Gobierno de traspasar la distribución de Pequiven a Agropatria, «que no cuenta con el personal, espacio, capacidad o experiencia suficiente para las tareas que debe realizar esta institución». Además, deploró que al presidente de Agropatria y Agrofan se le de el 100 % de los insumos, mientras que, a Fedeagro se le da el 30 %, siendo «uno de los programas de producción más importantes del país”.
Hasta la fecha, el balance de siembra en gran parte del occidente del país cuenta con 80 mil hectáreas, cuando deberían ser 180 mil, recalcó Fantinel, haciendo énfasis en la entrega tardía de insumos por parte del Gobierno y la llegada de la temporada lluviosa que es difícil para la siembra porque «los campos están saturados de agua y se necesita un lapso de una semana de sol para poder comenzar a sembrar (…) en este periodo llueve en promedio cada 3 días lo que resulta imposible para el sembradío», explicó.
“Estar en esta situación es mucho más frustrante porque tenemos los insumos y no los podemos usar, pero esto se pudo haber evitado”, expresó el primer vicepresidente de Fedeagro; «aunque estos insumos se pueden conservar para el siguiente ciclo», agregó. En relación a esto, expuso que este desconocimiento puede derivar del desligamiento de Pequiven y Agropatria de las mesas técnicas informativas que Fedeagro, «presto para ellos durante 4 años pero que en este año decidieron no continuar».
Otros factores que han afectado la productividad es la inseguridad, escasez de repuestos, mala vialidad agrícola, desvalijamiento de fincas, secuestros, abandono de la agricultura y los altos precios del mercado. Entorno a esto, afirmó que las industrias están trabajando a un tercio de su productividad y muchas ya no trabajan, y “esto se va a reflejar en el plato de los venezolanos porque muchos no tienen las posibilidades de las tres comidas diarias”.
Finalmente, Fantinel reconoció que todavía es posible recuperar la producción de rubros de ciclo corto en aproximadamente un año y de ciclo largo en aproximadamente cuatro años. «La solución al desabastecimiento es la producción nacional«, afirmó.
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