A 13 días de efectuarse el proceso de elecciones presidenciales en Venezuela, la población se encuentra sumergida en intentar resolver su día a día, esos asuntos cotidianos que se han hecho muy cuesta arriba y que llevan al ciudadano común a enfocarse en cómo resolver los problemas de la compra de alimentos, en la obtención de efectivo, en superar las dificultades para mantener el carro, los traslados, el colegio de los niños, el colapso de los servicios públicos, para sólo mencionar algunos.
Oswaldo Ramírez, director de ORC consultores conversó con María Isabel Párraga en el programa “Marca País “ sobre la situación política del venezolano de cara a las elecciones del 20 de mayo. Dijo que la gente no está pensando en las elecciones, nisiquiera los propios chavistas, “la participación durante el simulacro de este fin de semana fue muy baja, incluso en lugares considerados territorios oficialistas, donde tradicionalmente ha sido masiva la asistencia“.
Los números así lo indican, “si yo fuera Maduro, Bertucci o Falcón estaría realmente preocupado. Los números indican una caída importante en la capacidad y disposición de la gente de ir a votar. Ese número está hoy en un 30 %.”
Argumentó que, en parte, esta situación se debe a que durante el 2017, el Gobierno jugó a sacarle al ADN al voto. “Hubo dos procesos de votación, que no fueron elecciones, que llevaron a la gente a arrodillarse ante una asamblea constituyente, también hubo un proceso de persecución política. Lo segundo fue desmontar las protestas como valor de cambio político, la represión y persecución. Bajo ese esquema, el falso dilema de ir a elecciones termina llevando a muchos a no participar del juego“.
Por otro lado, en su opinión, la campaña planteada por los participantes no está conectando con el elector. “No te conectas emocionalmente. La campaña no está enamorando a la gente, no le da esperanza. La campaña de Bertucci tiene, sin embargo, unos mayores elementos que conectan que la de Falcón“.
Sobre las adhesiones del oficialismo, expresó que el Gobierno no despierta interés ni pasión en sus propios electores. ”El gobierno tiene sistemáticamente un 30 % que es un revolucionario de corazón. El otro porcentaje está allí claramente en una relación clientelar: la casa, la misión, los hogares de la patria. En un momento de sobreviviencia, el elector prefiere quedarse con esto”.
Sobre las perspectivas para el día siguiente de la elección, afirmó que, “el 21 es un salto para al vacío para algunos, para otros una intensificación de la lucha, para otro tanto el “go” o irse del país, para los políticos la posibilidad cierta de abandonar la política. Es lamentable porque para muchos no es un juego de unidad. El costo será el ciudadano que sigue viviendo en Venezuela, bajo hiperinflación y sin liderazgo”.
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