El cacao venezolano y el movimiento «bean to bar»

Nuestro chocolate luce, sabe y huele a Venezuela. Brindándole al paladar toda una experiencia sensorial única. El cacao venezolano, científicamente comprobado como el mejor del mundo por sobrepasar los estándares globales de excelencia, continúa siendo víctima de blandengues políticas públicas, que se mantienen vigentes desde inicios del siglo pasado.

Giovanni Conversi, presidente de Mantuano Chocolates, inició su proceso a maestro chocolatero junto a la empresaria María Fernanda Di Giacobbe en la tienda Kakao Chocolates del Trasnocho Cultural.

El presidente de «Mantuano Chocolates» comentó que este emprendimiento nació con tabletas de chocolates intervenidas. Este método cuenta con dos formas: infusionar alimentos naturales a través de la manteca de cacao y agregar ingredientes en forma de tropezón (almendras, naranjas, sal marina).

«De 4 tabletas pasamos a 12 con más de 34 ediciones especiales», agregó.

La marca Mantuano es parte del movimiento «bean to bar», (de la semilla a la barra). Mediante este proceso, la empresa logra acercarse aún más al productor y a todo el esfuerzo que se hace para obtener un buen grano, además de encargarse del procesamiento del cacao hasta convertirlo en chocolate.

Actualmente trabajan en la producción de un chocolate del estado Aragua y del Sur del lago de Maracaibo. Entre su repertorio están las barras de sal marina, ají picante, granola, chocolate blanco y naranja criolla.

Uno de los llamativos más importantes de esta marca, es la creación de sus envoltorios que son realizados por figuras importantes del medio, la primera edición fue realizada por el artista plástico Pedro León Zapata y este sábado 03 de febrero tendrán el primer lanzamiento del 2018 de la mano de la artista Tatiana Mantilla.

Los chocolates Mantuano se consiguen en bodegones y tiendas de productos gastronómicos en Caracas, Porlamar, Maracaibo, Mérida, Puerto La Cruz y ahora también en Argentina.

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Omar Ramones, miembro de Herencia Divina Chocolateria, reconoció que el cacao venezolano es el más sabroso. «Creo que a veces para comprometernos en un proyecto, debemos tener conocimiento de lo que se va a hacer (…) Gracias a Miguel Rodríguez, quien nos atrapó con ese proyecto, hizo que cada uno de los que conformamos Herencia Divina, entendiéramos lo que es y como se trata el cacao venezolano«, indicó.

Ramones comentó que Venezuela no es un país chocolatero, sino cacaotero, pero si no se trabaja bien el cacao para producir de manera correcta el chocolate, podemos perder este reconocimiento. Se les debe indicar a los trabajadores de las plantaciones cómo lograr mantener y producir el cacao.

De cinco presentaciones de barras de chocolate que presenta Herencia Divina Chocolateria, cuatro utilizan el «bean to bar». «Hay una que es ‘sabores de Doña Petra’, que es hecho a 65%. Aunque es elaborado con procedimiento ‘bean to bar’, está infusionada (…) Quisimos atrapar esos sabores y aromas que ella incluía en sus bolitas de cacao para agregársela a esa barra», explicó.

Las otras presentaciones son: «Barlovento al 60%, Chuao al 67%, Sabores de mi tierra que es un blend, donde se mezclan tres cacaos de diferentes partes cacaoteras emblemáticas de venezolanas y lo dejamos en una tableta que es un manjar. 72% Río Caribe y hemos trabajado en 82% Sorotaima«, afirmó.

La empresa también ofrece polvo de cacao, turrones y mezclas para hacer tortas.

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