A la fecha de hoy, el sector automotriz no ha suspendido o cancelado ninguno de los contratos que tiene con su personal y un 15% de sus afiliados es el porcentaje que se mantiene haciendo teletrabajo, más que todo en la cadena de distribuidores y mayoristas.
Según Roger Flores, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes (CANIDRA), esto es algo positivo porque sin el talento humano no se pueden mantener.
Sostuvo que la industria automotriz venezolana depende de la producción que se hace en Asia, China, Brasil, EE.UU y paulatinamente en México, lo que ahora es una dependencia nula porque todas están paralizadas.
Cada una de las fábricas en estos lugares fue deteniendo su producción tras la cuarentena por la Pandemia del Covid-19 y para tomar las previsiones posibles.
“Son muy mínimas las importaciones nuevas que han ingresado a Venezuela ya que las fábricas están ahora totalmente paralizadas y solo se despachó lo que tenían en stop”, expresó Flores.
Por consecuencia, la cadena de producción de los afiliados al sector automotriz para abastecer y satisfacer las necesidades del mercado nacional por medio de importaciones ordinarias se ve más afectada y reducida, según el gremialista.
“Nuestros afiliados han acatado la medida de cuarentena al 100% y la preocupación es cómo mantener su compañía con un mínimo de stop en lo humanamente posible”, agregó.
La afectación también es para con el sistema logístico de la cadena de distribución y transporte que se enfatiza con la escasez de combustible.
“Los afiliados piden un canal de mediación para poder tratar de hacer jornadas o medias jornadas de trabajo. Nosotros como sector estamos dispuestos a apoyar las medidas que se puedan realizar para contribuir a ello, con propuestas de bioseguridad, etc»