Si pudieras impedir una tragedia, ¿Lo harías al costo que fuera, incluso arriesgando tu propia vida? Pablo Vetti no era el destinatario de una carta que el azar puso en sus manos, sin embargo, decidió embarcarse en una insólita aventura de repercusiones inimaginables.
El autor Carlos Rivero nos presenta su segunda novela, La Carta (2020) cuyo protagonista, Pablo Vetti ya lo conocíamos en Agláope (2016), aquella historia fantasiosa e inolvidable que involucraba a un personaje mítico, una sirena que habitaba en el estanque.
En esta ocasión el, escritor nos hace vivir una emocionante historia policial que cambia la tranquila vida de Pablo y la hace dar un giro de 180 grados. Él vive en Barcelona, es un español con una vida tranquila, es solitario, muy ordenado y buen trabajador. Tiene una hija y una nieta. Acaba de enfrentar la ruptura de una relación amorosa con Carol.
Pero Pablo es ahora, un hombre con una fijación, guiado por la intuición, no descansará en su misión de resolver la misteriosa carta que lo llevará a más de 7 mil kilómetros de su hogar en una travesía por el Atlántico hasta el Caribe con su destino a la Isla de Cuba.
Pablo se acomodó en el asiento, realmente no esperaba esta información y unido a lo que leyó en la carta, pensó que podría haberse equivocado al tomar una decisión tan repentina y quizás descabellada. Pero ya estaba allí y no era momento de dar marcha atrás. (pág.24)
Su afán adolescente de aventura le hará estar en peligro de muerte. Pablo vivirá situaciones kafkianas que lo llevan al límite. ¿Tenía acaso complejo de superhéroe justiciero?
Claro y el héroe voló desde Madrid a buscar a una persona desconocida y jugarse la vida por ella. O eres más tonto de lo que creo o nos tomas por tontos a nosotros. Dale otro a ver si recuerda algo. No lo vio venir, el puño apareció de repente por el lado izquierdo e impactó entre el ojo y la nariz (pág.72)
En su mente, los nombres de Sandy y la bruja Adriana son sus pistas iniciales. Ayudar a alguien que está en peligro de muerte será una experiencia altruista que lo saca de su zona de confort para enfrentar hostilidades, violencia, santería y el mundo del crimen organizado de la isla.
Esa mujer está en peligro. La he visto, en un cuarto oscuro, con varias mujeres más. Has de encontrarla pronto, su tiempo se agota. (pág.52)
Hacer justicia en territorio cubano puede sonar muy complicado, enfrentarse contra las mafias no es una tarea sencilla ni siquiera para la misma autoridad.
El comisario Salmerón, Mirian la recepcionista del Hotel Guarapo y su compatriota Magnolia serán claves para ayudarlo a resolver la misteriosa desaparición de chicas. “Por favor, anda con cuidado en esta isla, todo lo imposible es real y lo irreal puede ser posible”, le había advertido Magnolia.
Mirian lo miraba, con una mirada entre compasiva y curiosa. ¿Por qué este hombre se enfrentaría a los peligros que entrañan las sectas más peligrosas de la isla? ¿Que se traía entre manos? Pronto lo averiguaría y estaba convencida de que no le iba a gustar, aunque algo si tenía claro, aquellos cien pavos serían suyos y no iba a arriesgar lo más mínimo su vida. (pág.40)
Lo que parecía ser la historia de una obsesión, se convierte en una trama policial con mucha acción en una investigación a plena luz del día, en la que las calles, los vehículos, el malecón y los hoteles de La Habana son protagonistas y harán al lector se cómplices de Pablo en su búsqueda de la verdad. Él solo se pregunta ¿Dónde está Sandy?
Después de la primera vez, hubo muchas más. Cada una de ellas fue acompañada de una anestesia mental que Sandy llegó a manejar como si le fuese inyectada. Gracias a ello, pudo soportar aquellos oscuros años, anestesiada y aletargada. (pág.107)
La trata de blancas es un crimen abominable con una cara oscura de maltrato, violaciones, violencia y prostitución. El autor aborda de una forma cruda este submundo delincuencial sobre la esclavitud sexual moderna.
¿Qué estaba haciendo allí? ¿Por qué coño se había metido en aquel berenjenal al que nadie le había invitado? Solo sabía una cosa, lo que ponía en la carta era una farsa, la santería nada tenía que ver con las desapariciones al menos que Adriana, Lazín y Rayín mintiesen, pero ¿Por qué habrían de hacerlo? (pág.58)
La Carta es una historia policial que nos mantiene pegados al asiento. El autor nos presenta una trama realista, dura y en la que existe un afán de justicia en todas sus acciones. Pablo no es policía pero tendrá valor y un instinto afilado que no lo hará renunciar a su misión. Lograr la libertad de las víctimas será su objetivo a costa de lo que sea necesario.
“El mal radica en el fondo de muchas personas y siempre estará dentro de ellas”. (pág.154)
Con información de Qué Leer
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