El presidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines, Saúl Elías López, presentó las estimaciones de siembra para este ciclo de invierno, que inicia el próximo mes de mayo y señaló que para este lapso “estímanos un incremento en el rendimiento de 3,5 toneladas a 4,5 toneladas por hectárea. Este sería el tercer año de crecimiento consecutivo del sector primario, apalancado los privados que han trabajado con músculo propio pues no hay acceso a financiamiento o a incentivos de parte del Estado”.
Así lo explicó López en nota de prensa, en donde afirmó que el sector primario de la economía requiere unos 110 litros de diésel por hectárea para un total de 60 millones de litros para todo el ciclo.
«Si se garantiza el diésel en el campo venezolano hay expectativas de que incremente más la producción. Proyectamos que se van a producir 810.000 toneladas de maíz en una superficie sembrada de 270.000 hectáreas en este ciclo; mientras que habría 152.000 toneladas de arroz en 45.000 hectáreas. Igualmente, se prevé que la zafra de caña de azúcar aumente 10%”.
López explicó que, para cumplir estos objetivos, se ha estimado un requerimiento de 158.412 toneladas de fertilizantes, para un total de 500.000 hectáreas potencialmente sembradas en este ciclo de invierno.
Y para que estas proyecciones se materialicen, el sector requiere créditos de unos 700 millones de dólares en 2022.
En relación con los precios de la urea, un fertilizante ampliamente usado en los enclaves agrícolas del mundo, el dirigente gremial informó que Venezuela tiene el precio de la urea más bajo, ya que el costo internacional es aproximadamente 1.000 dólares por tonelada y Pequiven la vende hasta en 150 dólares.
«Hay que reconocer que Pequiven está aumentando su producción en los últimos meses. En el año 2021 se produjeron 151 mil toneladas y en lo que va de año se han producido 190 mil toneladas de este fertilizante”, sostuvo.
Bajo el consumo de proteínas
Por su parte el presidente de la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar- AVAF-, Juan Carlos Montesinos, informó que con base en las estimaciones del gremio, el 70% de los venezolanos no están consumiendo proteína animal, debido a la crisis económica y la merma en sus ingresos.
“En cuando al consumo de vegetales, la situación tampoco mejora debido a la pérdida del poder adquisitivo de la población. Para nadie es un secreto que en centros de distribución se botan sacos de pepinos, zanahorias o de calabacín y lo que cuestan no paga ni siquiera el flete del transporte de las unidades productivas a los mercados y centros de acopio”
El presidente de AVAF introdujo otro tema al debate: la entrada en vigor del impuesto a las grandes transacciones financieras (IGTF), y que grava 3 % de las operaciones en divisas y criptomonedas, “con esta ley cualquier proveedor o establecimiento puede ser contribuyente especial y, por ende, tendrá que cobrar el IGTF. Hemos estimado que los precios al consumidor de alimentos podrían incrementar entre un 15 % y 20 %.
Desde la AVAF también han propuesto ante el Ejecutivo Nacional la reducción del encaje legal “al menos en el sector primario o que permitan el financiamiento proveniente del extranjero. Se está planificando, trabajando en eso, pero no hay resultados positivos hasta ahora”, recalcó.
Finalmente, Juan Carlos Montesinos señaló que ya se cumplió un año desde que se introdujo ante la Asamblea Nacional el proyecto de Ley para la Agricultura Familiar “para apalancar al sector. Ni siquiera hemos sido llamados para una posible discusión del proyecto y en estos momentos de inseguridad y precariedad que tiene Venezuela es cuando recordamos la importancia de esta ley, que permite el reconocimiento de los agricultores que son los que producen el 80% de los alimentos que se consumen en el país”.
Nota de prensa
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