La Comunidad B de Venezuela es parte de una organización sin fines de lucro global que promueve un modelo diferente a la empresa tradicional llamado “empresas sostenibles”, enfocado en un sistema que genere un triple impacto dentro la sociedad: económico, social y ambiental.
«Ya hemos reiterado desde el inicio de la conversación que [las empresas] deben ir más allá de lo económico, y eso además de ser un imperativo ético, es un elemento en donde las empresas deben tomar en cuenta que esto [las empresas sostenibles] rinde frutos, te ayuda a disminuir costos (…) no es algo accesorio, no es un lujo, no es greenwashing (…) hay una narrativa auténtica en donde nos interesa superar una tendencia hacia el extractivismo de petróleos y minerales» afirmó Félix Ríos Álvarez, representante del equipo de coordinación de Comunidad B.
El Sistema B se fundó en el 2012 y llegó a Venezuela como “Comunidad B” en el año 2020. Hasta la fecha la ONG en el país tiene 4 “Empresas B”, entre ellas Casa Franceschi, Impact Hub Caracas y Grupo Táctica.
«En este momento hay una tendencia a la opinión pública de los consumidores, una gran cantidad de ciudadanos que le piden a las empresas que además de lograr resultados económicos puedan estar procurando impactos en el área social y ambiental» explicó Ríos
La certificación de una organización como “Empresa B” implica un proceso evaluativo gratuito que debe ser solicitado; sin embargo, esta evaluación también puede ser solicitada por empresas que quieran tener conocimiento de cómo están sus prácticas en materia de sostenibilidad, sin llegar a la certificación.
«El hecho de llegar a una certificación va a implicar el pasar por un proceso de evaluación (…) que tiene que ver con la práctica y gobernabilidad de la empresa, de cómo está manejando su relación con los trabajadores, con la comunidad, con el ambiente y con los clientes» informó Ríos
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