La bioquímica Katalin Karikó y el inmunólogo Drew Weissman fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina por sus investigaciones sobre el ácido ribonucleico mensajero (ARNm), las cuales contribuyeron al desarrollo de las vacunas Covid-19.
En una investigación publicada en 1998, los científicos demostraron que podían añadir ARNm alterado a las células, “induciéndolas a crear cualquier proteína que desearan”.
Estas moléculas proteicas estimularían una respuesta inmunitaria – adaptativa para enseñar al organismo a destruir los patógenos invasores.
Este trabajo pionero fue utilizado posteriormente por Moderna y Pfizer-BioNTech para desarrollar vacunas en un tiempo récord.