Miguel Sogbi, CEO de The Media Office y panelista del Foro Internacional de Reputación y Confianza 2025, con más de 26 años de trayectoria, explicó que el rol de la agencia de comunicación ha evolucionado de una visión tradicional de responsabilidad social a un concepto amplio de sostenibilidad. Las agencias ofrecen una visión horizontal de los clientes, observando múltiples empresas y necesidades, a diferencia de la visión vertical que tiene una empresa sobre sí misma.
El consultor actúa como un agente de cambio, un tercero que ve desde afuera lo que no se percibe desde adentro, impulsando a que ocurran acciones estratégicas. Esta mirada ayuda a los clientes a generar confianza, conocimiento y reputación. A menudo, las agencias son buscadas para la comunicación específica y directa con audiencias clave, como las audiencias internas de la empresa.
La consistencia y la persistencia son herramientas determinantes para cualquier proyecto de ASG. La reputación, la confianza, el conocimiento y la marca son elementos intangibles que solo se construyen en el largo plazo. Sogbi mencionó el caso de un proyecto de impacto social que su agencia lleva con Alfonso Rivas y Compañía, llamado Fusión a la Carta, el cual se ha mantenido por más de una década. Este es un ejemplo de cómo los públicos perciben la consistencia, lo que se traduce en credibilidad, fidelidad y confianza.
El rol del consultor es centrar y mantener el enfoque en los proyectos y metas, actualizando al cliente sobre las últimas tendencias y mejores prácticas en comunicación estratégica y ASG. «La empresa venezolana es muy valiosa, sosteniendo gran parte de la economía. Sin embargo, el entorno regulatorio, fiscal, económico y geopolítico dificulta mantener el foco». recalcó Sogbi.
Es vital entender que la reputación es diferente para cada audiencia clave (clientes, compradores, trabajadores, gobierno, comunidad), y parte del trabajo del consultor es buscar la coherencia en todas estas visiones.
Hoy en día, la comunicación estratégica es infaltable. Empresas de Fortune 500 o aquellas que cotizan en bolsas internacionales cuidan muchísimo su reputación, ya que gran parte de su valor depende de que esta sea sólida, fuerte y creíble.
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