El campo venezolano requiere en estos momentos entre 5.000 y 6.000 tractores, y solo están importando el 10% de estas necesidades, de acuerdo con las últimas cifras que manejan las organizaciones gremiales privadas del sector agrícola.
La mayoría de las maquinarias, debido a que han cumplido con su vida útil, se han estado “canibalizando” para impedir la paralización en el sector, pero la situación ya es insostenible, básicamente por la falta de financiamiento.
Se recuerda que para el 2024, el instituto emisor (BCV) decía que en el país había 78.000 tractores, pero ya el 70% de ellos había cumplido con su vida útil. Para el 2024 donde las necesidades de importaciones eran alrededor de unos 5 a 6 mil tractores y apenas están trayendo el 10 %», señalan.
Como un hecho anecdótico recuerdan que para los años 90 el país se encontraba «entre el tercer y cuarto lugar en materia de tecnología» y en estos momentos en día «estamos ya en la cola».
Los gremios indican que a además de la falta de financiamiento, que se ha convertido en uno de los principales cuellos de botellas para los trabajadores del campo, hay que sumar el otro grave problema como es la falta de combustibles.
No hay que olvidar que el financiamiento bancario, prácticamente ha desaparecido en el país, debido a las políticas de encaje bancario que mantiene el Banco Central de Venezuela.
EL IMPULSO
