La escritora Jane Friedman denunció que se han generado más de una docena de libros con Inteligencia Artificial (IA), “con su nombre y sin su consentimiento”.
Friedman se enteró de la existencia de las obras falsas gracias a que uno de sus lectores, que se comunicó con ella “porque el lenguaje y el estilo narrativo de los libros no se parecían a sus publicaciones anteriores”.
Estos libros eran comercializados por Amazon, aunque ya la plataforma los retiró.
Sin embargo, el proceso para retirar las publicaciones del sitio, fue complicado, debido a que al ser escritos por Inteligencia Artificial la autora no poseía los derechos de las obras para poder retirarlas.