América Latina retrocede en Índice Global de Innovación

Este año en el Índice Global de Innovación que mide 81 indicadores tales como capital humano, investigación, infraestructura, creación de conocimiento y creatividad, no aparece entre los “artífices de innovación” ningún país latinoamericano o caribeño.

Por séptimo año consecutivo, Suiza encabeza la clasificación mundial de 130 países, le siguen Suecia, Países Bajos, Estados Unidos, Reino Unido y Dinamarca.

Los que se desempeñaron mejor en América Latina, en el 2017, fueron Chile (46), Costa Rica (53) y México (58). Sólo Bolivia y Honduras progresaron marginalmente: Bolivia desde el puesto 109 al 106 y Honduras desde el 107 al 104.

“En los últimos años, las clasificaciones del Índice Mundial de Innovación en la región no han mejorado significativamente con respecto a otras regiones, y actualmente en ningún país de América Latina y el Caribe los resultados en innovación superan su grado de desarrollo”, dice el informe.

Brasil, que fuera el país estrella de la región en términos de innovación, ha bajado desde el 2011 del puesto 47 al 69 del ranking. Entre las razones señaladas en el capítulo sobre Brasil están: políticas poco eficaces de fomento a la innovación, trabas al desarrollo empresarial y poca integración a mercados internacionales.

En lo que respecta a instituciones, infraestructura, desarrollo empresarial, capital humano e investigación (calidad de las universidades, número de estudiantes en la educación superior y la presencia de empresas internacionales de I+D), México, Brasil y Argentina tienen resultados importantes. Sumados a Chile, también destacan sus tecnologías de información y comunicaciones, que el informe vincula a la calidad de los servicios de Internet y al número de usuarios de éstos.

Olivia Mejía, de la Universidad Nacional de México y coautora del capítulo sobre agricultura en la región, señala que para progresar los países necesitan más participación del sector privado, un aumento sustantivo de las inversiones públicas y privadas en I+D, políticas e incentivos estables para la aplicación del conocimiento, e investigadores que solucionen eficientemente problemas críticos en corto plazo.

Juan Asenjo, Premio Nacional de Ciencias de Chile y Director del Centro de Ingeniería Bioquímica y Biotecnología de la Universidad de Chile, opina que, para progresar en el índice, el país requiere más científicos, más recursos para innovar y, sobre todo, incorporar la innovación en su ADN.

“Hay científicos chilenos con capacidades espectaculares. Alguno se podría sacar el nobel, pero no pueden por la escasez de recursos”, añade.