Edison Arciniega, presidente del Centro de Estudios Agroalimentarios (CEA), señaló que durante el 2022 – cuando empezó a recuperarse la capacidad petrolera – se vio un incremento en la demanda alimentaria y el sector tuvo proyecciones superiores al 15%, mientras que el resto de la economía se mantuvo estancada.
En entrevista para el programa de Petroguía, el especialista enfatizó que el inicio de la relación del sector petrolero y el agroalimentario se dio con la llegada de las transnacionales lo que fue importante en la construcción de hábitos alimenticios y en el desarrollo de la agroindustria; llegando inclusive a impactar directamente en la industria petroquímica, de la cual depende la siembra y la movilización de las cosechas.
Añadió que el mayor comprador de alimentos en Venezuela es PDVSA, por lo que el principal reto en la actualidad es tener otros dinamizadores de la economía alimentaria; adicionales al alimento y petróleo que vienen casados desde los años veinte.
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