Los resultados de la Encuesta de Coyuntura realizada por la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (ASOQUIM) revelan que en el tercer trimestre de 2021 se mantiene una recuperación en cuanto a las ventas y la producción, pero estos niveles no son significativos comparados con lo que había en años anteriores.
Uno de los factores más reveladores sobre la situación del sector químico es el de la capacidad utilizada por las empresas. En el tercer lapso del año, 88,5% de los consultados aseguró que utiliza menos del 40% de su capacidad total, lo que representa una alta capacidad ociosa.
Guillermo Wallis, presidente de ASOQUIM, precisó que luego de la fuerte caída experimentada por la economía nacional entre 2014 y 2019 y el frenazo sufrido como consecuencia de la pandemia, era lógico esperar un leve repunte en la actividad del sector productivo y comercial.
Y si bien es cierto que las políticas públicas aplicadas en los últimos meses han detenido la disminución del Producto Interno Bruto (PIB), éstas no pueden generar aumento del crecimiento y de la producción. Para ello, se requiere de reformas estructurales que permitan a las empresas privadas poder trabajar.
Para los encuestados, los factores limitantes de la producción son:
- La baja demanda nacional.
- La competencia del producto terminado importado que llega sin pagar impuestos.
- La escasez de combustible para el transporte y otras operaciones (gasolina, diésel y otros).
- Falta de financiamiento.
En estos factores coinciden con los representantes del sector comercializador y de servicios, para quienes las principales limitantes fueron precisamente competencia del producto importado, baja demanda nacional, falta de financiamiento y excesivos tributos fiscales y parafiscales.
No obstante, la máxima autoridad de Asoquim afirmó que la verdadera recuperación del sector químico y petroquímico requiere de políticas públicas que incentiven la producción y la competencia sana.
En ese sentido, hizo un nuevo llamado al Ejecutivo Nacional para que se elimine la exoneración de aranceles y del IVA que está privilegiando la importación y el consumo de rubros terminados importados, afectando la producción y el empleo en el país.
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