Alrededor de 120 días después del intento de ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela, el pasado 23 de febrero, la situación de emergencia se ha agravado marcadamente. La crisis nacional ha escalado a tal punto que la Organización de Naciones unidas (ONU) reconoció el riesgo que significa y asignó a un representante en el país para cubrir el tema.
De acuerdo con Luis Francisco Cabeza, Director General de la Asociación Civil CONVITE, “hay veladamente, pero expresamente a la vez, un reconocimiento de la emergencia”, pues este funcionario no habría entrado al país sin la anuencia del gobierno nacional.
En una entrevista para el programa Mesa de Análisis, con Alicia Sepulveda y Andrés Guevara, Cabeza explicó que la complejidad de este contexto radica en que −a diferencia de una emergencia ocasionada por un desastre natural− no está focalizada en un solo lugar. “La emergencia en la que estamos sumidos es tan grave porque, primero, está en todo el país y, segundo, porque afecta a los distintos grupos etarios. Aquí están afectados los niños, las mujeres embarazadas, las personas mayores, las comunidades indígenas, las áreas urbanas y las áreas rurales”, alertó.
En un país con una red de transporte casi inoperativa, escasez de combustible, colapso del sistema eléctrico y una distribución de agua deficiente y sin garantía de potabilidad, es necesaria la participación de distintos factores para hallar una solución, según expuso el representante de Convite. “Tenemos un actor muy difícil que no reconoce la emergencia, que pone trabas, que criminaliza a las organizaciones de la sociedad civil que pueden estar haciendo acción humanitaria”, señaló.
Para Cabeza, el problema radica en que el ejecutivo nacional hace muy poco para encontrar una respuesta y tampoco permite que otras instituciones lo hagan. Explicó, también, que esta actitud debe cambiar, pues su participación es necesaria. “Las organizaciones de la sociedad civil no tenemos la capacidad de responder a 14millones de personas que necesitan atención humanitaria”, puntualizó.
Aseguró que estas instancias quieren ser parte de la solución. “Es necesario que nosotros como sociedad civil ejerzamos un rol de vocería, de ser portavoces, de llevar información a la sociedad, porque hay mucha opacidad, hay mucha censura.”, afirmó.
Agregó, además: “Hay cosas que van mucho más allá de entregar ayuda. Estamos hablando de un país que tiene capacidades absolutamente caídas y que esto va a tomar tiempo”
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