El número de migrantes venezolanos distribuidos principalmente en América Latina podría llegar a 6 millones de personas al cierre de 2019, si las condiciones del país se siguen deteriorando y no se vislumbran oportunidades de crecimiento en el país, según la socióloga Claudia Vargas, profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB) e investigadora en el tema de migración.
La estimación de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), es que 5 millones de venezolanos estén residenciados fuera de su país al término de 2019, pero, en opinión de Vargas, esta puede ser una cifra conservadora, si se toma en cuenta que solo entre junio de 2018 y febrero de 2019 salieron más de 600.000 personas.
La entidad del sistema de Naciones Unidas sorprendió a propios y extraños cuando reportó recientemente que hay ya 4 millones de venezolanos distribuidos en diversos lugares del exterior, especialmente en América Latina y el Caribe.
En entrevista con el periodista César Miguel Rondón, en las redes sociales del comunicador exiliado, la investigadora y docente señaló que es necesario reevaluar estas estimaciones para afinar el número, pero es evidente que el proceso de emigración es constante y va escalando.
Preguntada por la opinión del ministro de Relaciones Exteriores de la administración de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, quien acusa a Acnur de inflar las cifras para obtener más recursos internacionales, la socióloga puntualizó que ya es un avance que el gobierno chavista reconozca un problema que antes negaba.
«Los migrantes son ´no gente´para las autoridades venezolanas, ni siquiera tienen servicios consulares y no reciben apoyo, porque se les cuestiona por abandonar el país», indicó.
Sobre el perfil de los migrantes sostiene que ya está saliendo del país gente de todos los estratos socio económicos. «Tenemos una emigración mixta de todos los estratos, profesionales y no profesionales. Es posible perfectamente que se encuentren saliendo del país por una trocha una persona con un doctorado y otra que esté buscando ejercer un oficio para poder sobrevivir», sostuvo la socióloga Claudia Vargas en su conversación con César Miguel Rondón.
La migración venezolana es una de las razones por las cuales el rechazo al gobierno de Nicolás Maduro ha escalado en América Latina y el Caribe, ya que se trata de una movilización que no tiene precedentes históricos en la región por su número y flujo constante, puesto que no se mueve en oleadas, como en otros casos que pueden servir de antecedente.
Solo en Colombia, se estima que el costo de atender a los migrantes nacionales equivale a 0,3% del PIB del vecino país, lo que genera una presión muy relevante en las infraestructuras de servicios públicos, sistemas de salud y educativos.
Aparte de la estimación, a partir de la movilización misma, que hace la socióloga Vargas, hay que introducir en el tema migratorio datos como la reducción en casi 70% que acumularía el PIB venezolano al cierre de 2019, tras un quinquenio de recesión con hiperinflación, o la escasez crónica de bienes y servicios como detonantes del creciente éxodo de un país que en otro tiempo fue uno de los mayores receptores de migrantes de América Latina.
Con información de Banca y Negocios