“La industria de bebidas alcohólicas sufrió una caída del 30% durante el primer semestre del 2023, en comparación con el año anterior”, así lo compartió Luis Enrique Cárdenas, director de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea), quien informó que el sector “está al 8% de su mejor momento”, en 1980.
“El comercio ilícito es el principal problema que tiene la industria de bebidas alcohólicas en Venezuela, se une con competencia desleal y desigual. Para nosotros, 8 de cada 10 bebidas alcohólicas que se consumen son parte de comercio ilícito, por lo tanto, están desplazando al comercio formal de los anaqueles”, aseveró.
Detalló que Civea junto a Conindustria ha realizado un llamado a las autoridades para que se lleve a cabo una fiscalización en el mercado nacional, “con la que se logre eliminar los productos ilícitos, ya que los costos tienen diferencias de hasta cinco veces más”.
Asimismo, han propuesto facilitar y simplificar las operaciones a las empresas formales, en cuanto a la carga de trámites y tributos; “acciones que disminuirían la práctica informal en el país”.
En cuanto a los impuestos, el vocero explicó que hay tres grandes categorías; las cervezas tienen que pagar el 15% sobre su precio final, los vinos el 35% y los destilados el 50%, correspondiente a un impuesto específico del consumo de alcohol. A lo que se le suman tasas municipales y generales.
“Una bebida que sale de una planta productora en Venezuela o sale de una gran importadora que está afiliada, puede estar pagándole al gobierno cerca del 80% de lo que él cobra (…) el ilegal está pagando cero”, señaló.
Cárdenas planteó la posibilidad de disminuir la cifra de contracción en el mercado durante el segundo semestre del año, sin embargo, no espera que haya un crecimiento.
Valery Chapellin/VC
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