Según la organización mundial de la salud, el Coronavirus es el nombre con el que se conoce popularmente a una familia de virus que causan desde resfriado común hasta enfermedades mucho más graves como el Mers y el Sars, que afectan profundamente el sistema respiratorio y pueden ser letales. Los primeros casos de esta enfermedad, llamada en términos técnicos 2019-ncov, fueron informados a la OMS el 31 de diciembre de 2019.
En ese momento, todos estaban localizados en Wuhan, una ciudad con once millones de habitantes ubicada en la provincia china Hubei. A partir de entonces, y como era de esperarse, se ha reportado la extensión del virus hacia otras poblaciones de Asia, Europa y, últimamente, Latinoamérica.
En medio de la legítima preocupación, han surgido a través de las redes sociales y sistemas de mensajería informaciones sobre presuntos casos de esta enfermedad en Venezuela. Son informaciones que parecieran carecer de basamento, pero que encuentran en el temor y la incertidumbre los caldos de cultivo para esparcirse en la población del país, más rápido que la propia enfermedad.
La divulgación de informaciones no confirmadas, que pueden ser el detonante de situaciones de alarma en el país, puede ser objeto de sanción penal, aun cuando se determine que la persona que las divulgó lo hizo en forma inocente, guiada por el simple deseo de compartir un dato que le parecía útil o revelador en el caso venezolano, sabemos que las instituciones gubernamentales tienden a estar un paso atrás, pues consideran que las noticias sobre contagios por esta enfermedad en el país pueden terminar en un cuestionamiento de orden político.
Aunque esto es cierto, también lo es que se requiere llegar a confirmaciones indubitables para transmitir una noticia de esa envergadura, no solo por el riesgo de ser objeto de una sanción penal, sino por el cumplimiento de una obligación ética a la hora de informar. Esta es la diferencia primordial entre los periodistas y el resto de los ciudadanos que de una u otra forma participa en los procesos informativos. Para terminar, queden las recomendaciones de la propia OMS en cuanto a la prevención al contagio del coronavirus:
-Lavarse las manos.
-Taparse la boca al toser flexionando el codo.
-Evitar el contacto físico con personas enfermas por cualquier mal.
-Evitar el consumo de carnes crudas.
-Evitar el contacto directo con animales vivos durante la visita a mercados donde se haya reportado algún caso de esta enfermedad.