El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), indicó que las medidas anunciadas por el Ejecutivo Nacional el pasado 22 de marzo para paliar los efectos económicos por la presencia del coronavirus (Covid-19), no han sido publicadas en Gaceta Oficial, ni en ningún instrumento normativo.
En consecuencia, el su desarrollo ulterior de las normativas puede estar sujeto a diversas interpretaciones por parte de los agentes económicos que hacen vida en Venezuela, según expresó la institución por medio de un comunicado.
«Si bien se reconoce el hecho de que el Ejecutivo Nacional esté desarrollando medidas proclives a paliar la compleja coyuntura derivada del Covid-19, no deja de ser menos cierto que cualquier tipo de decisión relativa al tema económico debe ser cónsona con la naturaleza del mercado y de la propia dinámica productiva y comercial de Venezuela», señala el texto.
El gremio resaltó que la dinámica económica requiere de forma imperativa la existencia de la empresa e industria privada, «y de forma particular para nuestra organización, la existencia del comercio».
«Una mayor restricción dentro del ámbito de las relaciones laborales, la prohibición del pago de cánones a los arrendadores -que viola el principio de equilibrio contractual en las relaciones de arrendamiento-, el congelamiento o fijación de precios en la provisión de servicios públicos, no harán más que informalizar aún más la economía nacional y las relaciones de trabajo, desprotegiendo los derechos laborales que, en principio, se buscan salvaguardar; desmejorando la calidad de los ya maltrechos servicios públicos venezolanos y desincentivando la existencia de arrendamientos, contratos éstos de vital importancia para la actividad económica nacional», enfatizó el Consejo.
En cuanto a la suspensión de pagos de capital e intereses de créditos comerciales, el gremio de empresarios expresó que profundizará las restricciones de liquidez en la banca nacional, mermando aún más su capacidad de realizar su actividad más importante: la intermediación financiera. Si bien es cierto que, en el corto plazo, esta medida pudiera significar un alivio para el flujo de caja de algunas empresas, a mediano plazo se traducirá en una mayor restricción en la disponibilidad de créditos para las mismas.
La propuesta del Consejo
Como quiera que el país y el mundo en general se encuentra atravesando una difícil coyuntura, cuyo desenlace nadie conoce con certeza, las autoridades venezolanas deben unir esfuerzos con el sector privado, de forma tal que éste se convierta en un aliado para mitigar y paliar las circunstancias que estamos atravesando.
La experiencia mundial sugiere que el sector privado puede convertirse en un pivote para optimizar el manejo de la crisis. Lejos de ser un factor de obstrucción, un obstáculo, la empresa privada, y el comercio en especial, pueden servir de intermediarios entre las demandas ciudadanas y la provisión de bienes y servicios que se requieran, todo ello guiado por el principio de cooperación voluntaria para lograr el beneficio de la gente.
Ningún industrial, empresario o comerciante se beneficiará en la parálisis, como tampoco lo hará en un ambiente en el que impere la incertidumbre y la persecución, aunada al desconocimiento de la racionalidad económica.
De este modo, el llamado de Consecomercio es a que los factores políticos logren encontrar consensos.
Con información de Banca y Negocios
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