Los constantes aumentos del salario mínimo representan un desequilibrio en la sociedad

Los constantes aumentos del salario mínimo en Venezuela han generado ambientes hostiles e incongruentes dentro de todos los sectores del país, el sector gerencial no escapa de esto, pues los ajustes de sueldos afectan a las empresas y la manera en que estas son dirigidas.

Sergio Arancibia doctor en economía, profesor experto en comercio y licenciado en comunicación social manifestó “el salario en una economía significa la cantidad en unidades monetarias en que la sociedad le retribuye al ciudadano con el fin de que este pueda adquirir ciertos bienes y servicios”, pero la realidad de Venezuela es otra debido a los constantes aumentos del salarios.

El profesor explicó “en Venezuela cada vez que estos salarios suben, al mismo tiempo bajan la capacidad adquisitiva del asalariado” porque estos aumentos contribuyen también en el aumento de la inflación.

El primer impacto de un aumento de salario es positivo para los ciudadanos, pero esa cantidad a la cual llegan con el nuevo nivel de salario empiezan a descender cuando los altos costos de la vida superan este mencionado salario expresó Arancibia.

Los incrementos que se imponen son de 100% ó 150% lo cual no compensa la perdida anterior de poder adquisitivo”, indicó el también periodista. Este es un incremento que atrae un círculo vicioso.

Por otra parte el economista expresó “cada que hay un repunte de inflación se realiza un aumento de salario, de alguna manera el salario no refleja la capacidad de competitividad de un país para producir bienes y servicio”, puesto que este salario no refleja la realidad de la sociedad venezolana.

En Venezuela lo que recibe un trabajador no corresponde lo que este produce, esto se refleja en un 70% de la población que depende de un sueldo que en la mayoría de las veces no demuestra un equilibrio indicó Arancibia.

Este desequilibrio en con respecto a los aumentos salariales y la inflación afecta directamente la manera en que las empresas son gerenciadas; así lo expresó Sergio Arancibia en el programa “Gerencia A Dos Tonos” con Víctor Roa y Luis Garmendia.

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