Científicos de la ETH Zúrich, en colaboración con la startup Inkbit, crearon una mano robótica con una estructura interna que logra imitar los huesos, tendones y articulaciones humanas.
La mano robótica está equipada con 19 tendones simulados y almohadillas sensoriales en los dedos y la palma. Puede agarrar objetos con precisión y detener el movimiento de los dedos al tocar algo, imitando casi a la perfección la interacción humana con el entorno.
La técnica detrás de este logró se llama VCJ, una metodología que permite realizar ajustes continuos y sin contacto durante el proceso de impresión en tercera dimensión.
Gracias a este sistema de visión 3D de alta velocidad, se ajustan las cantidades de resina necesarias para corregir cualquier irregularidad en tiempo real.
Adicionalmente, el equipo de científicos desarrolló un corazón con válvulas y un nuevo material capaz de ajustar su rigidez.
