Las empresas venezolanas han comenzado a utilizar con mayor frecuencia monedas digitales vinculadas al dólar, como el USDT (Tether), en sus operaciones de intercambio de divisas. El fenómeno responde a la escasez de dólares en efectivo, provocada por las sanciones de Estados Unidos sobre el sector petrolero, principal fuente de divisas del país.
Según fuentes consultadas por Reuters, el Gobierno de Nicolás Maduro permite desde junio el uso progresivo de estas monedas digitales para facilitar importaciones y pagos del sector privado.
Sanciones y restricciones que limitan divisas
Las sanciones estadounidenses, calificadas por Caracas como “guerra económica”, han complicado las transacciones internacionales. Aunque Chevron obtuvo en agosto una licencia restringida para exportar petróleo venezolano, el permiso bloquea pagos directos al Gobierno, reduciendo el flujo de dólares disponibles.
El Banco Central de Venezuela (BCV) inyectó más de 2.500 millones de dólares al mercado cambiario en los primeros siete meses del año, pero la oferta sigue siendo insuficiente. Las exportaciones de petróleo, además, cayeron cerca de 10% en julio.
USDT gana espacio en el mercado
En este contexto, el USDT se ha convertido en una alternativa clave. Esta moneda estable mantiene paridad con el dólar y permite a las empresas cerrar transacciones sin depender de las divisas tradicionales.
La consultora Ecoanalítica estimó que en julio se comercializaron 119 millones de dólares en criptomonedas para el sector privado.
El mecanismo funciona a través de un número limitado de bancos autorizados que venden USDT a empresas a cambio de bolívares. Las compañías reciben los fondos en billeteras digitales aprobadas por las autoridades y pueden usarlos para pagar a proveedores locales o internacionales.
Reacciones y perspectivas
Aunque ni el Ministerio de Comunicaciones ni el BCV han dado declaraciones oficiales, la vicepresidenta Delcy Rodríguez adelantó en agosto que se están aplicando “mecanismos no tradicionales” en el mercado de divisas.
Analistas señalan que, si las restricciones petroleras se mantienen, el uso de criptomonedas seguirá expandiéndose. “La disponibilidad de divisas siempre tiene un límite”, advirtió Orlando Camacho, presidente de Fedeindustria, al subrayar la necesidad de que las empresas busquen alternativas a través de sus exportaciones.
REVISTA ECONOMIA