La gobernadora del estado Bolívar, Yulisbeth García, informó que hasta ahora han atendido a más de siete mil familias afectadas por la crecida del Orinoco, que este lunes alcanzó los 18,14 metros sobre el nivel del mar.
De acuerdo con la ingeniera hidrometeorologista María Isabel Rojas, este sería el segundo desbordamiento más alto del Orinoco en la historia reciente, solo superado por el ocurrido en 1892. Otros registros importantes se remontan a 1876, 1942, 2018 y este 2025, lo que revela que los periodos de recurrencia parecen acortarse con el tiempo.
Rojas explicó que, aunque las inundaciones son un fenómeno anual en las riberas del Orinoco, cada cierto periodo de 12 a 25 años se presentan crecidas extremas que afectan gravemente a las poblaciones ribereñas.
Factores que impulsaron la crecida del Orinoco
En entrevista para Radio Fe y Alegría, la especialista señaló que el aumento del caudal este año no solo responde a las intensas lluvias, sino también a los sedimentos arrastrados por ríos desbordados en Los Andes y por afluentes de la Orinoquía colombiana, como el Meta y el Guaviare, que descargan directamente en el Orinoco.
Advirtió que el cambio climático está incrementando la probabilidad y frecuencia de eventos extremos en los sistemas hidrográficos del país, siendo el Orinoco uno de los más impactados por su gran volumen de agua.
Rojas recordó que el Orinoco es uno de los ríos más importantes del mundo y que la acción humana ha invadido parte de su cauce natural, lo que agrava los efectos de las crecidas sobre las comunidades.
Medidas urgentes para mitigar los riesgos
La hidrometeorologista subrayó que, para reducir los riesgos derivados de las crecidas del Orinoco, resulta imprescindible elaborar mapas de riesgo y aplicar un plan de ordenamiento territorial que evite la ocupación de zonas vulnerables.
“Todas las medidas a implementar significan un cambio en la planificación urbanística, en el uso del suelo, en la conciencia y en la recuperación misma de la cuenca”.
Entre las recomendaciones, destacó la necesidad de promover la permeabilización de los suelos para favorecer la infiltración del agua, implementar sistemas de drenaje sostenibles, construir estanques y humedales de retención, además de fortalecer la educación comunitaria y la participación ciudadana.
Soluciones basadas en la naturaleza para el Orinoco
Rojas hizo hincapié en que se deben aplicar soluciones basadas en la naturaleza que permitan, en combinación con infraestructuras civiles, mitigar el impacto de las crecidas del Orinoco.
“Hagamos soluciones basadas en la naturaleza para que de forma híbrida, es decir, con construcciones civiles y con soluciones naturales, se pueda paliar en gran medida el impacto de las aguas”.
Radio Fe y Alegría