Luego de los anuncios sobre la entrada en vigencia del bolívar soberano, y los compulsivos aumentos de sueldo por decreto, se han producido los cierres de numerosas empresas, y otras tantas han tenido que reinventarse y padecer las consecuencias de la intempestiva salida de sus empleados.
Las empresas de seguridad y vigilancia no se sustraen de esta situación. Muchas de ellas ya padecían situaciones deficitarias, y tuvieron que cerrar definitivamente ante el incremento de salarios y en consecuencia de todos sus pasivos laborales.