La tecnología forma parte de nuestro día a día y esta va avanzando a pasos agigantados. Tiene como objetivo poder mejorar nuestra vida y darnos toda una serie de prestaciones que jamás antes nos habríamos imaginado poseer. Hacemos vida social gracias a la tecnología, nos aprovechamos de ofertas a través de ella (a través promociones puntuales, códigos deportivos como el codigo de cupon marca apuestas, etc).
Sin embargo, no todo iba a ser bueno ya que se ha demostrado que esta tecnología también puede llegar a pasar factura al cerebro. Hoy en día es bastante común, por ejemplo, estar utilizando el ordenador, escuchar de fondo la televisión y contestar, al mismo tiempo, a un Whatsapp que nos ha llegado en nuestro teléfono móvil.
¿Está el cerebro preparado para asimilar tanta información al mismo tiempo? En las siguientes líneas vamos a intentar dar una respuesta a este tema.
Impacto de la tecnología en el cerebro
Lo primero que tenemos que saber es que nuestro cerebro es como el procesador de un ordenador pero, lógicamente, mucho más potente y sofisticado. Eso sí, también tienen sus limitaciones: por ejemplo, existe una cantidad máxima de información que puede procesar a la vez.
Para que podamos entenderlo, en él nos encontramos con dos “cuellos de botella”: por un lado, nos encontramos con el factor atención. En el momento en el que tenemos que prestar atención a dos cosas a la vez (como puede ser al móvil y al ordenador) priorizaremos en una de las dos.
Por otra parte, también nos encontramos con lo que se conoce como memoria de trabajo. Se trata de una memoria que el cerebro es capaz de retener en el momento en el que sabemos que tenemos algo pendiente que hacer. Esta memoria también es limitada, ¿Cuántas veces hemos recordado que teníamos algo que hacer pero, por alguna cosa, nos hemos despistado y se nos ha olvidado?
El fenómeno de la “multitarea”, es decir, hacer dos cosas al mismo tiempo, puede parecer muy positivo en un primer momento, pero, según los estudios, lo único que hará es que sea más sencillo que nos podamos llegar a distraer.
En el caso de que no seamos capaces de gestionar nuestra atención de una forma óptima derivará en problemas derivados del estrés, ansiedad, improductividad, así como otros relacionados.
Como toda esta tecnología es relativamente nueva, todavía no se sabe muy bien el impacto que puede llegar a tener en nuestro cerebro. Conviene centrarse en una única tarea a la vez y de esta forma estaremos entrenándolo para ser mucho más eficiente.
Es innegable que la tecnología supone un importante avance, pero conviene controlarla para evitar que termine absorbiéndonos.