Según el informe semanal de Ecoanalítica, el presidente Donald Trump aumentó la presión en cuanto a su política sobre países de la región, entre ellos Venezuela . El 1 de noviembre, en un discursos en el Freedom Tower de Miami, el asesor en seguridad nacional del presidente Trump, Michael Bolton, develó las intenciones de obstaculizar la agenda de los gobiernos de Nicaragua, Cuba y Venezuela, a los cuales denominó la «Troika de la Tiranía».
El discurso fue acompañado de sanciones directas a Cuba y Venezuela y de amenazas sobre posibles sanciones al gobierno nicaragüense. El marco regulatorio de las nuevas sanciones se enmaró en la orden ejecutiva «Bloqueando propiedades de personas adicionales contribuyentes a la situación en Venezuela» (OE), la cual busca incrementar la presión sobre cualquier aliado local o internacional que trabaje con el gobierno de Maduro de manera corrupta, para evadir previas sanciones, o simplemente en el sector aurífero.
En el programa «Ecoanalítica Radio», conversaron al respecto, Luis Arturo Bárcenas y Guillermo Arcay, economistas de la institución. “En estas últimas sanciones, cuyo marco regulatorio está especificado en la orden ejecutiva, por primera vez se prohíben actividades que incrementen caja, como el oro”, observó Arcay. Asimismo, añadió “con esto se intenta alejar cualquier tipo de provisores hacia el gobierno, y se sanciona a cualquier persona natural y jurídica que esté involucrada en la compra venezolana de oro”.
Bárcenas por su parte, reflexionó que más allá de los sancionados, es la ambigüedad lo que le da la gravedad a esas sanciones. Arcay expresó que si el gobierno intenta buscar otra operación que genere caja, el Departamento de Estado está facultado para sancionar la actividad. “El objetivo básicamente es sonar todas las alarmas, para que las personas que piensan o están trabajando con el gobierno, pues sepan a qué consecuencias se atienen”, agregó.
¿Cuál es el trasfondo?
Arcay mencionó que hay que recordar, que el flujo externo de cara al 2019, «ya estaba bastante comprometido» con la baja de producción del petróleo, y no por las sanciones. Estipuló que la solución más inmediata a la situación, es que el gobierno tendría que reducir las importaciones no tradicionales, para poder ir saldando las deudas.
“Ante una caída de un tercio de la producción petrolera, el gobierno ha estado intentando a través del oro,incrementar el flujo de caja. En este momento se están comprando más de 2 toneladas de oro al mes a través del Banco Central de Venezuela en bolívares”, afirmó Arcay.
El economista, también argumentó que otra vía que debería tomar el gobierno para ayudarse, sería entrar en default con China, ya que éste tiene inversiones en más de 120 países desde 2005, que normalmente están relacionados a construcciones y fábricas. «China ha endeudado a ciertos países para construir estructuras. Los chinos lo que hacen con los países africanos con grandes deudas, es reestructurar las mismas”, explicó.
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