Cada vez es mayor la proporción de hogares venezolanos que requieren recibir dinero de sus familiares o personas allegadas en el extranjero, que se han visto en la obligación de emigrar para conseguir oportunidades de trabajo justamente remuneradas. Una de las primeras necesidades que intenta cubrir una persona que se va del país, es generar ingresos para ayudar monetariamente a las personas que dejaron viviendo en Venezuela; casos muy parecidos han vivido México, El Salvador, Nicaragua y Cuba.
Estos países también han tenido un flujo importante de remesas que ha permitido mantener a las familias que se quedan en el país de origen. Ecoanalítica estima que el año pasado se recibieron por concepto de remesas, una cifra en torno a 1.100 millones de dólares, y la mayoría de los hogares recibió un promedio de 100 dólares al mes, en hogares de cuatro personas, según lo expresaron los economistas de Ecoanalítica, Jean-Paul Leidenz, Ana Isabel Heredia y Gorka Lalaguna, en el programa “Ecoanalítica Radio”.
Algo que hay que destacar es que el año pasado, un dólar rendía entorno a dos o tres veces su valor en el exterior, es decir, esos 100 dólares tenían un poder de compra similar a 300 dólares aquí en Venezuela. “Esa realidad ha venido cambiando este año, la vida en dólares se ha venido encareciendo”, explicó Leidenz.
“Las remesas han ayudado a paliar la insuficiencia en hogares de clase media y clase baja, ayudando a financiar rubros como alimentación principalmente, en otros países se observa que los hogares al recibir estas remesas, cubren gastos en salud o educación que son los gastos más costosos”, indicó Ana Isabel Heredia.
Se estima que 9 de cada 10 familias venezolanas reportan que esperan recibir remesas de sus familiares. Sin señales de un cambio radical en el futuro cercano, podemos esperar que las remesas asuman un rol importante. Este fenómeno no es negativo para la economía. A pesar de que sus causas provienen de un colapso generalizado, los efectos podrían aprovecharse. La evidencia con respecto al efecto de las remesas sobre las economías que las reciben, en gran cantidad es ambigua. En algunos casos, las remesas han probado ser beneficiosas.
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