Las operaciones de saturación policial son tácticas llevadas a cabo por cuerpos de seguridad en prácticamente todo el mundo, en especial, cuando se presume que un lugar más o menos delimitado se encuentra impactado por bandas criminales.
Antes de 2015, las operaciones de saturación más conocidas quizá fueron las que se llevaron a cabo para la pacificación de favelas en Brasil. Pero estas son formas de proceder aplicadas en todo el mundo.
Pero la experiencia brasileña indica que las operaciones de saturación no pueden quedarse en la mera acción violenta de los uniformados, sino que deben tener una continuidad. En el país Carioca y también en Colombia esto se refleja en intervenciones que alteran casi por completo la fisionomía del lugar, y dan paso a la sede de las instituciones del estado, que anteriormente no tenían presencia.
En la Vega ubicada en Caracas-Venezuela la irrupción de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES) tuvo como resultado dieciséis muertes. Los policías de negro llegaron, mataron y se fueron. Luego, otras unidades policiales mataron a otras cinco personas en acciones puntuales.
Al margen de eso, la violencia en La Vega no cesó. Antes y después de la operación de la FAES hubo homicidios por distintas razones, algunas de ellas disputas intrafamiliares, otras por resistencia al robo. De manera pues que este tipo de acciones masivas de funcionarios dejan resultados que no son garantizan el retorno de la paz y la convivencia.
Además, este tipo de acciones deja un sabor agridulce en los habitantes de la comunidad donde se llevó a cabo.
Algunos pobladores podrán saludar el hecho de que las bandas criminales ya no están o que fueron desplazadas a otras partes, mientras que otros lamentarán la pérdida de sus seres queridos, muchos de los cuales quizá no tenían nada que ver con la refriega.
Pero las operaciones de saturación continuarán en Venezuela, tal y como lo demostró la experiencia de las llamadas OLP. Quizá la lección más importante sobre esto es que el estado debe buscar nuevas alternativas para mostrar su presencia. De lo contrario, lo más seguro es que continuarán estas matanzas como las que vimos a principios de año en Caracas.