El 5G abre el camino a los coches autónomos

Una de las preocupaciones de las operadoras de telefonía es explicar la necesidad y la conveniencia de avanzar hacia el 5G. Uno de los reparos mas habituales para ver esa necesidad es que todavía no hay cobertura 100% de calidad 4G y en muchas áreas aún se puede ver en el móvil el indicador 3G más a menudo de lo que quisiéramos.

La estrategia para que el desarrollo y la implantación del 5G sean exitosos es explorar y mostrar el salto cualitativo en casos de uso. Se han detectado varias áreas de aplicación en las que a simple vista se ve la ventaja e incluso la necesidad. Uno de ellos es la conducción autónoma.

Por ejemplo: ¿para qué queremos redes móviles que soporten 20 gigabits por segundo? Cuando se estaba desarrollando el 3G se decía «se podrá descargar una película en alta resolución en segundos»; con el 4G «se podrá ver una película Full HD en streaming sin interrupciones»… Con el 5G, el paradigma cambia. La comunicación entre la interfaz humana y la máquina será instantánea. El gesto de un cirujano será interpretado y ejecutado por un robot médico a kilómetros de distancia sin que haya el más mínimo retardo o, por ejemplo, un coche autónomo podrá detectar la presencia de otro, interpretar su estado y actuar en consecuencia inmediatamente. Las redes 5G no son la inteligencia, pero son las autopistas necesarias para que ésta actúe.

Pero, ¿tú te fiarías de que tu coche condujera por ti? Actualmente, hay coches que traen conducción asistida de serie. Cuando la he probado he retirado la mano del volante un par de centímetros, no vaya a ser… De ahí que sean tan importantes las pruebas de laboratorio que se están desarrollando en diversos lugares del mundo. Hoy hemos conocido el resultado del trabajo conjunto sobre conducción asistida sobre 5G de Huawei y Telefónica.

Es la primera vez que se realizaba una prueba de concepto en laboratorio sobre redes 5G (5G-V2X) para comunicación entre vehículos. Las pruebas, que han dado una fiabilidad del 99,999% con una latencia (el tiempo de reacción) de un milisegundo, son fundamentales para el desarrollo de los coches y flotas autónomos. El trabajo se basaba tanto en la comunicación entre el vehículo y la estación base, como la comunicación entre vehículos.

 

Créditos El Mundo